La trayectoria de los Monthy Python parece resistirse a ser olvidada, dadas las continuas reediciones de sus películas y espectáculos televisivos, en especial durante la celebración de su 40 aniversario. Un logro meritorio, teniendo en cuenta que llevan separados más de la mitad de esos cuarenta años que se conmemoraron en 2009. Con cada uno de los componentes supervivientes (Graham Chapman falleció hace unos años) dedicados a diversos menesteres (Michael Palin enfrascado en documentales de viajes para televisión, Terry Gilliams con sus siempre personales películas, Terry Jones dedicado a la literatura infantil y John Cleese con una incipiente carrera como actor de comedia), el único que ha mantenido durante estos últimos años el espíritu de ese humor irreverente, incisivo pero nunca soez que caracterizó a los Monthy Python ha sido Eric Idle.
Con inteligencia, ha sabido reconvertir historias que marcaron su trayectoria humorística en musicales de éxito con la ayuda del compositor John Du Prez, como ese Spamalot basado en la película Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores (1975) que ha triunfado en los escenarios de Broadway y también en España. Desde luego, que la influencia de este decisivo equipo humorístico inglés ha sido fundamental no solo en el mundo del espectáculo sino en la sociedad en general, queda demostrado gracias al origen de uno de los términos más utilizados en el lenguaje informático: spam. En sus shows televisivos, los Monthy Python solían gritar "¡Spam!", haciendo referencia a la carne en lata que se comercializó en los años 40 y que solían comer los soldados soviéticos y británicos durante la Segunda Guerra Mundial. Básicamente, era un término que se refería a esta carne como "comida basura". Y de la popularidad que adquirió la palabra "spam" en los años setenta surgió su utilización como definición del "correo basura" que nos invade continuamente.Tras el éxito del musical Spamalot, y con la inminente conmemoración del 40 aniversario del origen del grupo, Eric Idle se planteó homenajear a los Monthy Python haciendo referencia a una de sus películas más importantes: La vida de Brian (1979), de la que coincidía precisamente la celebración del 30 aniversario de su estreno. Y para ello utilizó como base El Mesías de Händel, un oratorio escrito por el músico alemán en plena crisis creativa y que, para escarnio de las empresas de gestión de derechos, él decidió que su obra sería "siempre para los enfermos y los presos, pues he sido enfermo y con ella me he curado; y he estado preso y ella me ha liberado". De hecho, es el primer oratorio con el que Händel realmente consiguió un éxito, tras el fracaso consecutivo de sus anteriores intentos. El oratorio, una obra para coro y orquesta que se diferencia de la ópera en que existe representación, pero sin envoltura escénica, es el punto de partida de este divertimento creado por Eic Idle y con música de John Du Prez para cinco solistas, orquesta y coro.Una de las presencias más divertidas: Michael Palin
No es el Mesías: es un sinvergüenza nos cuenta la vida de Brian en forma de ópera, pero donde tienen cabida desde rancheras mexicanas hasta, por supuesto, el clásico "Always look on the bright side of life". Y aunque al principio choca un poco esta mezcla extraña de voces operísticas, la Orquesta y Coros de la BBC y el humor de los Monthy Python, pronto nos consigue atrapar y nos lleva durante dos horas a uno de los momentos musicales más divertidos que hemos visto en mucho tiempo. Tiene el desparpajo, la mala uva y la irreverencia de las mejores obras de los Monty Python, y de nuevo Eric Idle nos transporta al mejor humor inglés que ellos pusieron de moda en los años setenta y principios de los ochenta.Los cinco solistas
Los cameos de Michael Palin (magnífico y desternillante), Terry Jones, Terry Gilliam y Carol Cleveland (la única miembro femenina del grupo) ofrecen algunos de los mejores momentos de esta obra que es recomendable disfrutar en bluray, dada la buena calidad de imagen y la espectacularidad de su trabajo musical, grabado en la celebración que tuvo lugar en el Royal Albert Hall de Londres durante una sola representación el 23 de octubre de 2009, pero que meses antes se había estrenado en Toronto, aunque con menor suntuosidad. La edición que se ha lanzado incluye también algunos interesantes reportajes sobre el proceso de preparación de la obra y los minutos anteriores a la representación. Y algunos preguntarán ¿y John Cleese? Bueno, Eric Idle le disculpa con elegancia en el Making of. Uno de los miembros más conocidos del grupo parece que no quiere saber nada de su pasado en los Monthy Python. Una lástima. Para los amantes de los musicales (en forma de oratorio), para los seguidores de uno de los grupos humorísticos más influyentes de todos los tiempos, para los aficionados a los grandes espectáculos, No es el Mesías: es un sivergüenza es una de las obras más recomendables de esta temporada. Aunque sólo la podemos disfrutar "enlatada", como los "Spam".