Revista Coaching
Hay unos niños que tiene todo y ayer abrían sus regalos con aburrimiento y sin ilusión porque tenían demasiados. Hay unos niños que reciben sin parar y no agradecen nada porque parece que el mundo entero existe para rendirles pleitesía. Son los niños que se enfandan porque de 10 regalos uno no les gusta. Los que ya forman parte de esta sociedad consumista, que han perdido la inocencia, que no aprecian todo lo gratuito que les da la vida.Esos niños no tienen más brillo en sus ojos que el producido por las pantallas de sus ordenadores. Están mecanizados como todo lo que les rodea.Sin embargo hay otros niños que pasan sed, hambre, frío y enfermedades y tienen un brillo especial en la mirada y una sonrisa que ilumina. Se ilusionan con cualquier pequeño gesto de amor.Esos niños que estamos educando en la abundancia y el derroche no han aprendido que también hay que dar, y el día de mañana cuando ya sean hombres, ¿qué aportarán a la sociedad, a la humanidad?Si eres padre, espero que comprendas que inúndando a tu hijo de cosas lo único que consigues es vacíarle cada vez más. El mejor regalo que le puedes hacer es enseñarle a ser libre y no depender de las cosas y de las personas. Enséñale a alimentar su espíritu y a ser compasivo con las necesidades de los demás. Ayúdale a conocerse a sí mismo.