El mejor resultado posible

La derrota de hoy, y sobre todo el modo como se ha encajado deben servir para que a aquellos que en el entorno barcelonista las continuas goleadas y exhibiciones de juego no le permitían apreciar ciertas debilidades de este equipo, puedan empezar a hacerlo.
Si había un día para romper la racha de imbatibilidad, que finalmente ha sido de veintiocho partidos, ese era hoy, ya que una derrota en Liga se paga muy cara, pero en Copa, con un 5 a 0 en la ida, es perfectamente asumible. El Barça se ha plantado en semifinales de la Copa con una sola victoria en los partidos ante equipos de cierto nivel.
La derrota de hoy, y sobre todo el modo, ha servido para que el equipo y el entorno se auto demuestren que si el equipo no juega con la intensidad habitual, tanto en ataque como sobre todo en defensa, desde el delantero centro al central, el equipo se convierte en vulgar, muy vulgar, y cualquiera es capaz de superarle y dominarle como lo ha hecho el Betis en el día de hoy. Encajar un gol en el primer minuto del partido y otro en el descuento de la primera parte es un claro ejemplo de esta falta de intensidad.
Pero además de la falta de intensidad, otra alarmante evidencia es que este equipo tiene un once titular clarísimo, que todos conocemos de memoria, y sólo tres jugadores reservas que pueden formar parte del mismo: Mascherano, Maxwell y Keita, sin bajar sensiblemente el nivel. El resto, por diferentes motivos, no están en estos momentos para ser titulares en este equipo.
Unos porque aún son demasiado jóvenes y tienen que crecer: Thiago, Jeffren, Fontàs y Bartra. Otros porque acaban de llegar y tienen que acoplarse: Afellay. Otros porque su diferencia respecto al titular es de años luz: Adriano y Pinto. Pero dos casos merecen especial atención: Milito y Bojan.
Milito ha realizado hoy su peor partido como barcelonista, lo cual no debería tener más trascendencia teniendo en cuenta que es un jugador que viene de encadenar una serie de lesiones y tiene que coger la forma. Pero cuando el jugador ha tensado la cuerda como lo ha hecho, indignado por no disponer de minutos y pidiendo una salida inmediata del equipo, no puede luego saltar a un terreno de juego y ofrecer una imagen tan lamentable como la que ha ofrecido hoy. Abidal o Fontàs transmiten mucha más confianza que él y mucho me temo que quizás hoy haya jugado unos de sus últimos minutos con la camiseta blaugrana.
Y Bojan Krkic ha vuelto a realizar un partido lamentable, no por no meter ningún gol, no por ser capaz de siquiera rematar a puerta, no por no crear peligro. Eso es lo de menos, y más en un chaval de 20 años. Pero lo que no es de menos es que salga al campo atemorizado, que no sea capaz de intentar nada, que no se coma el césped, que no arriesgue… Ver a Afellay, uno de los mejores del partido, o a Jeffren en cinco minutos, como intentaban jugadas, se mostraban y arriesgaban, con mayor o menor acierto, mientras Bojan deambulaba como alma en pena por el terreno de juego es bastante triste. Porque el de Linyola es imposible que en medio año se haya olvidado de jugar a fútbol. Sigo pensando que su problema es más psicológico que futbolístico, pero sólo él y su entorno sabrán qué le sucede exactamente. De ellos depende en gran medida dar con la solución.
Esta derrota ayudará a rebajar la euforia y a que los próximos partidos ante Rácing, Hércules y Almería por partida doble en la Copa, el equipo vuelva a tensarse y a saber que sólo al máximo nivel este equipo, aún con las limitaciones de fondo de armario, es superior a cualquiera.
Mañana será jueves, el equipo seguirá líder en la Liga, en semifinales de Copa y en octavos de Champions. Nada ganado, todo por ganar.
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