Imagen de Leah Makin Photography
Honestamente no tengo piel de publicidad de cremas ni mucho menos: porto unas ojeras que me harían pasar por mapache en cualqueir zoólogico, cada dos por tres tengo algún granito y tengo algo de decoloración alrededor de los pómulos.Sin embargo, soy coqueta y me cuido lo mejor que puedo, y a lo largo d emi vida he probado muchas cremas, serums y demás tratamientos -probablemente más de los que corresponden, todavía no tengo ni treinta años.Y como aprendí que el mejor consejo de belleza es el que se esparce de boca en boca, decidí confesarles el mejor consejo de belleza que he recibido, el que más me ha servido.
Ya saben que el ser humano tiene un alto porcentaje de agua, y así como es recomendable la ingesta diaria de, al menos, 2 litros de agua por día, también es aconsejable el uso de agua termal en spray, bruma etc. Ustedes saben, las aguas que vienen embotelladas y te cuestan un ojo en la cara.
Como soy medio desconfiada por naturaleza, no me sale querer gastar $70, $80 pesos en estos frasquitos en cuestión, porque pienso "¿Y yo que sé si no es agua de la canilla del laboratorio donde fabrican las cremas?". Pueden decirme paranoica y lo voy a entender, pero traten de entender mi razonamiento: si grandes laboratorios de cosmética nos mienten -no nos informan, lo cual es lo mismo- y utilizan animales para probar sus fórmulas, ¿por qué les iba a creer que el agua termal es realmente agua termal?
Entonces, desde hace un tiempo comencé a usar como tónico agua mineral (la que venden en el supermercado) mezclada con algunas aspirinas. No hay mucha más ciencia que esa: si el agua mineral es buena para mi cuerpo, es buena para mi piel (así lo razono yo desde un lugar básico); si el compuesto de la aspirina, el ácido acetilsalicílico, es desinflamante (y ustedes ya saben lo de la mascarilla de aspirinas), también desinflamará mi piel.Y así es: instantáneamente refresca, elimina rojeces y con el uso prolongado, ayuda a mejorar la piel.
Les cuento que cerca de mi ciudad hay un volcán extinto que en su interior aloja una laguna, y cada vez que voy, lleno una botella grande de agua y la utilizo para este tónico casero. También, cuando visité las Torres del Paine, me traje agua de allí.
Otra buena receta para un tónico casero es utilizar el agua restante al hervir arroz. Suena asqueroso, puede ser, ¡pero es buenísimo!
Así que ahí tienen, el tónico que uso a diario.
¿Ustedes tienen alguna receta casera que pongan en práctica? ¿Probaron la que les conté acá? Cuentenme todo.
publicado el 09 marzo a las 15:34
que foto mas bonita!!daniellita estas guapísima