No se puede deslindar el mejoramiento del individuo del de su especie y viceversa. Por ejemplo, si un boxeador peruano gana el título mundial, quiere decir que el boxeo peruano se está mejorando, o si el arte musical mejora en el Perú se puede decir que un individuo peruano puede ser el mejor cantante del mundo.
Si hablamos de la especie humama aplicamos la misma analogía. Si un individuo adquiere un nivel más de desarrollo, por ejemplo si descubre algo, entonces este descubrimiente se le adjudica también a la especie y es como si la especie también hubiera ascendido. Cuando "un" hombre pisó la luna dijimos que "el hombre" había pisado la luna.
Por ello un individuo no puede mejorar si la especie no mejora y la especie no mejora si no hay algún individuo que destaque.
Además, la competencia mejora al individuo y por ende a la especie.
lA EDUCACIÓN ANTIGUA BUSCABA EL MEJORAMIENTO DEL INDIVIDUO. LA EDUCACIÓN MODERNA BUSCA EL CUIDADO DEL DÉBIL. PARA QUE EL DÉBIL NO SE PIERDA NI SUFRA, ENTONCES NO DEBE COMPETIR; Y CUANDO NO HAY COMPETENCIA, NO HAY DESARROLLO.
En las escuelas de ahora se prioriza que los elementos más débiles (intelectual, física y éticamente) entren a un mediano desarrollo, se les trata con cariño, se les disminuye la tarea, el nivel. Con ello nos olvidamos de los mejores, que, abandonados, en vez de subir, descienden.
Lo malo es que los débiles son los que tienen el dinero: los judíos.