Pues sí, yo también fui de esos que siguieron el debate, en la 1, pero la verdad es que creo que me equivoqué de canal o algo debió pasar porque lo que salió de mi tele un espectáculo bastante distinto de lo que se ha leído después por ahí. Y no se porque extraña pirueta de mi cerebro me saltó a la cabeza mi abuela cuando
descubría que habíamos hecho alguna fechoría y nos lanzaba su zapatilla que debía tener algún sistema de termo dirección o algo parecido (mucho antes que los misiles de la OTAN) porque daba igual si corrías mucho o poco o si te escondías, la zapatilla te encontraba y te daba en el cogote, inevitable. Añoré aquella zapatilla, me hubiese encantado tener una para lanzarla a los candidatos que salían de la pantalla. Los mismos “señoros” que no dejan paso a ninguna compañera, los mismos gestos, las mismas carencias de ideas, palabrería vacía vistos los motivos que nos han llevado a votar de nuevo.
Todo igual, ellos siguen luchando por mantenerse en el chollo a pesar de unas encuestas nada halagüeñas mientras nosotros continuamos haciéndolo por sobrevivir. Nada nuevo bajo el Sol, más de lo mismo, sin novedad. Ellos están en su pedestal y nosotros en el nuestro y en medio, un abismo del tan temido bloqueo que ellos mismos fomentan pero que padecemos nosotros, especialmente los más vulnerables. Entonces es cuando sale Einstein y te dice aquello de “Si sigues siempre los mismos pasos seguro que encuentras los mismos resultados” o algo así. Así no hay quién se motive
Reconozco que visto el percal se atraganta eso de volver a las urnas pero ya sabéis que tengo fe ciega en la democracia (un día de estos, a este paso voy al oculista). Siempre he creído en Churchill cuando decía que “la Democracia es la 
Hace un rato me preguntaron quién creía que había ganado el debate. Yo diría que, como mucho, el hartazgo. El HARTAZGO que padecemos todos al ver estos candidatos que hablan y hablan pero no avanzan. No puedo decir estos o 
