Dios en su infinito y eterno amor por cada vida humana es eterno y viva Dios por eso. Tan grande amor. Desde el comienzo del universo Dios nunca abandona a Dios hijos. Aún cuando caemos en el pecado, Dios está dispuesto a perdonar y nos ofrece cada vez una oportunidad para recibir la verdadera vida de gozo y felicidad que nos merecemos. Fuimos hechos a su imagen y semejanza. Que mejor regalo que ser semejantes a Dios.A través de los grandes profetas el mensaje es el mismo. Dios siempre nos demuestra el inmenso y gran amor por cada una de nuestras vidas. Si. Por ti que lees. Por tus amigos, tu familia tus compañeros de trabajo, por las personas que no lo conocen y en fin, por cada vida que respira. Somos valiosos desde antes de nacer. Y tenemos un propósito aquí en la tierra. Nuestro propósito es amar a los demás. Brindar nuestro amor y ayuda a quien lo necesita y hacer que cada día sea un día mejor que el día de ayer.Muchos profetas tenían asignaciones o trabajos muy fuertes. El propósito de Dios con los profetas fue bien directo. Tanto hoy como en el pasado Dios puso a los profetas con el propósito de llevar mensajes directos a la humanidad. Muchos de estos mensajes eran fuertes debido al pecado. Dios es tan sincero y justo que ni podía castigar a su pueblo y a su gente sin enviar una advertencia.Dios justo no castigará a alguna persona sin dejarle saber lo que le espera si sigue en su pecaminosidad. Dios es un Dios justo. De justicia. En el Antiguo Testamento cuando el pueblo de Dios pecaba sin cesar y cometían sus barbaridades, Dios ponía a los profetas a que lees hablará y les advertía de la consecuencia de sus pecados. Ahora Dios no sólo advertía de lo que lees ocurriría si no cambiaban de parecer. Sino que también les daba la esperanza de saber que sí se arrepientian, no recibirían tal castigao. Aquí vemos la justicia de Dios. Después de la advertencia, siempre había y hay un pero. «Pero si te arrepientes y sigues mis caminos tus pecados te serán perdonados». Que infinito amor de perdonar! En el libro de el profeta Ezequiel podemos ver una lectura que explica esto con mucha claridad. Vayamos a Ezequiel capítulo 33 v1. al v201Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya,
3 y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo, 4cualquiera que oyere el sonido de la trompeta y no se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza.
5El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere librará su vida.
6Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.
7A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.
8Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano.
9Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida.
10Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos; ¿cómo, pues, viviremos?
11Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
12Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare.
13Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo.
14Y cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él se convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la justicia,
15si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.
16No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente. 17Luego dirán los hijos de tu pueblo: No es recto el camino del Señor; el camino de ellos es el que no es recto.
18Cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello.
19Y cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la justicia, vivirá por ello.
20Y dijisteis: No es recto el camino del Señor. Yo os juzgaré, oh casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos.
Ezequiel 33:1-20 En este marco histórico en tiempos de Ezequiel el pueblo de Dios estaba bien contaminado. Y Dios envía a Ezequiel a hablar a si pueblo con un mensaje bien firme. Pero fíjense bien el comienzo de este primer versículo. El mensaje no es sólo parta el pueblo sino también para el profeta que lleva el mensaje. Un atalaya era un mensajero. Uno que llevaba los mensajes a su pueblo. Dios le dice a Ezequiel que consecuencias hay si el no lleva el mensaje a su pueblo diciendo que si el envía un mensaje y no lo lleva al pueblo, y no toca la trompeta al verlo venir con su espada que significa castigo. El será culpable por cada persona que no se arrepiente ya que el no llevo el mensaje. De la misma manera si el lleva su mensaje y la persona no se arrepiente y muere, ya la culpa no caeria en el mensajero. Algo difícil de comprender estos primeros 6 versículos. Sólo basta leerlos varias veces por que la palabra de Dios es misteriosa. En otras palabras. Dios le dice a Ezequiel que el que se pierde por ser cabesiduro, se pierde por su cuenta por que mensajero tenía y advertencia también. De la misma manera también le advierte a Ezequiel. Que si alguno se puede por que el no lleva el mensaje, el mismo( Ezequiel) será responsable con su propia vida.
En el versículo 7 es que ser pone buena las cosa. Dios le habla a Ezequiel y hace un trato. Dios sabe cuán difícil era para Ezequiel amonestar a el pueblo de Dios. Vamos el versículo 8. Bien claro Dios le dice, si tu no hablares para que se guarde el impío de su camino, serás culpable por su pérdida. Y en el versículo 9 le dice la otra parte. Que si le da mensaje al impío y este se pierde por su cuenta de no obedecer, ya Ezequiel no tendrá culpa de ello. En el versículo 10 vemos como Dios sabe que el pueblo se arrepiente pero tiene dudas de como salvarse. Y es aquí en el versículo 11 que Dios le dice que responda en su nombre.
Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del pecador, sino que se vuelva el pecador de sus malos caminos, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
Que mejor garantía para el perdón de sus pecados! Aún más... El que se crea justo y peca Dios lo castigará, y el que es pecador y se arrepiente, en el versículo 16 está la clave. No se le recordará ninguno de Dios pecados. Que grande es Dios. Pero no olvidemos. En el versículo 20 nos recuerda de nuevo. El nos juzgará a cada uno conforme a nuestros caminos. Esta es la palabra de Dios!