Revista Espiritualidad

El mensaje de la Palabra de Dios: La intercesión

Por Marmebe
Hijo de hombre, denuncia a los profetas de Israel que hacen vaticinios según sus propios delirios, y diles que escuchen la palabra del Señor.Así dice el Señor omnipotente: ¡Ay de los profetas insensatos que, sin haber recibido ninguna visión, siguen su propia inspiración! ¡Ay, Israel! Tus profetas son como chacales entre las ruinas. No han ocupado su lugar en las brechas, ni han reparado los muros del pueblo de Israel, para que en el día del Señor se mantengan firme en la batalla. (el subrayado es mío) 
Ezequiel 13:1-5
El mensaje de la Palabra de Dios: La  intercesión

Dios nos ha encargado como nuevas criatura en Cristo Jesús, que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos, (2 Corintios 5: 19 TLA) por tal motivo debemos estar dispuestos y preparados para llevar la Palabra de Dios; si es bien cierto que hay don de profecía y ministerio profético, también podríamos decir de alguna manera, que todos los que nos preparamos para llevar la Palabra de Dios somos profetas, no para llevar falsas ilusiones o adivinación mentirosa, sino para llevar el mensaje de Dios a través de la Palabra profética más segura que tenemos, en la cual encontramos como vivir hasta el día en que Cristo vuelva y cambie nuestras vidas.(2 Pedro 1:19 TLA). Si no como intercesores ante Dios por situaciones que las personas o las naciones viven, veamos Éxodo 32:31 Y volvió Moisés para hablar con el Señor, y le dijo: Este pueblo ha cometido un gran pecado, pues hicieron dioses de oro. Te ruego que les perdone su pecado. De lo contrario, ¡bórrame ya del libro que has escrito! Ahora, nuestro deber es interceder ante nuestro Eterno Dios para que la Palabra de Dios corra y llegue a las personas, a las naciones, lenguas y tribus que aún no conocen de Dios, pero también debemos interceder por el pueblo de Dios, la iglesia por su responsabilidad ante Dios de hacer rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad (1Timoteo 2: 1-2).

Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese y no lo hallé. Ezequiel 22:30
Un abrazo lleno de grandes bendiciones.



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