A menudo, cuando hablamos, utilizamos frases que significan algo muy diferente de lo que expresan. Con esas frases ocultamos nuestra verdadera personalidad, nuestras intenciones, nuestros conflictos psíquicos…
En este post tenéis una primera recopilación de algunas de estas frases que a menudo pronunciamos o escuchamos a los demás, y os desvelamos cuál es el mensaje oculto que se oculta tras ellas.
“Te lo juro por lo más sagrado” “Que me caiga ahora muerto si miento”En el 90% de los casos, quien necesita ser tan tajante al expresar algo, es porque duda de su propia capacidad de convencer… precisamente porque está mintiendo. Podéis comprobar, además, que este tipo de expresiones suelen venir acompañadas de otras formas de expresión no verbal, como las que os explicábamos en este otro postsobre el lenguaje corporal
“No me preocupa lo más mínimo”En muchos casos, el que quiere aparentar indiferencia esconde precisamente su gran preocupación, y miente para protegerse a sí mismo
“Yo nunca haría algo así” “¡¿Será posible, cómo se atreve?!”Este tipo de frases esconden la envidia y la hipocresía de los que, en realidad, están reprimiendo sus propios deseos
“Uy, si yo te contara…”Esta es la frase del egocéntrico, o del que sufre un complejo de inferioridad y necesita parecer superior, hacerse el interesante
“No sé si me entiendes”Esta es la frase del sabelotodo, del que cree que su interlocutor es intelectualmente inferior.Como os decía en un post anterior (ir), si queremos entendernos con los demás, mantener una conversación cordial o caer bien a la gente, debemos procurar que esta frase no esté en nuestro repertorio y sustituirla, por ejemplo, por un “no sé si me estoy explicando bien” con el que mostrarnos más humildes y cercanos
“¡Menos mal que estaba yo!”Aquí tenemos al inseguro que quiere parecer imprescindible. Al que cuando se reincorpora al trabajo después de las vacaciones casi desea que algo haya ido mal para poder alardear de su capacidad. En realidad lo que teme es que los demás no le necesiten, que aparezca alguien con más méritos, capaz de superarle.
“Todos tenemos un precio”“En el amor y la guerra todo vale”Son las frases de los que carecen de principios, de ética, y buscan descargar su mala conciencia en los demás, creyendo que todos somos iguales.Desgraciadamente, en nuestro país escuchamos este mensaje a diario al valorar el clima de corrupción política. Frases como “todos son iguales” o “todos roban, da igual que sean de un partido o de otro” lo que ocultan en realidad es nuestro desinterés por luchar contra esa corrupción. Queremos pensar que todos actuamos guiados por nuestros intereses personales en lugar de buscar el beneficio del conjunto de la sociedad. Y vosotros...¿qué pensáis? ¿No creeis que en el fondo nos sentimos aliviados al contemplar la falta de honradez de los demás, precisamente para poder liberarnos a nosotros mismos de esa obligación: la de ser honrados ?
póster creado por Adarve Photocollage, retoque fotográfico
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