Editorial: Ediciones B, 2020
Álex se despierta en un lugar abandonado, junto a un cadáver, incapaz de recordar lo que ha sucedido.
Narrada en primera persona por un protagonista tan amnésico como mentiroso (ya lo dice el título), la obra se centra en tratar de mantener la intriga y el interés mientras Álex realiza su propia investigación para averiguar lo sucedido antes que la policía... creando situaciones poco creíbles en su afán de revelar las cosas cómo y cuándo conviene al autor, sin tener en cuenta la lógica.
Utilizando una excusa más o menos convincente (ciertas actividades que no quiere que se conozcan) para que el protagonista no cuente a la policía lo que sabe, llama la atención que tarde unos cuantos capítulos en cuestionarse la posibilidad de no ser el autor del asesinato, o de que su ADN se encuentre en el lugar del suceso, con la consiguiente incursión para limpiar la zona, como si, de pronto, fuera un profesional en la limpieza de escenas de crímenes.
Tampoco intenta recuperar los recuerdos de lo sucedido, más allá de hablar con quienes hubieran podido verle en el tiempo que no recuerda o aprovechar cuando le asaltan escenas mínimas, e interpretables, de esa noche, convenientes para avanzar la trama sin contar demasiado.
En cuanto a los personajes, no son especialmente atractivos ni profundos, varios incluso resultan casi indistinguibles entre sí al carecer de características reseñables, y en algunas cosas recuerdan a los de anteriores novelas del autor, en especial el protagonista. La impresión es que son poco más que nombres al servicio de la historia.
Igualmente al servicio de la narración están los posibles motivos para que cualquiera del limitado grupo de personajes pueda haber cometido el asesinato: algo sucedido años atrás, los hechos reales que se cuentan en una novela, la enfermedad del abuelo de Álex, chanchullos de negocios etc..., en su mayoría desaprovechados.
También alarga algunas escenas en exceso y, al final suelta unas cuantas revelaciones sorprendentes, debido a que no se han dado pistas, como si la finalidad, tan habitual en las novelas del género actuales, sea esa, que no se pueda averiguar lo sucedido hasta que se cuente. Incluso se publicita con la frase "Un thriller que te engañará hasta la última página".
En resumen, El mentiroso es una obra sencilla, superficial, entretenida, de lectura fluida por estar escrita con cierto oficio, sin pretensiones, imprevisible (por engañosa), que se olvida en cuanto se acaba de leer.
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