«Con una perfecta unión de rigor histórico e intriga, Luis Zueco nos traslada a una época en que la palabra impresa podía ser el arma más peligrosa»
Hubo un tiempo en que los libros podían descubrir nuevos mundos, tambalear los dogmas más sagrados y cambiar el curso de la Historia. Esta novela es un viaje a los años siguientes a la invención de la imprenta, cuando un mercader de libros emprende la búsqueda de un misterioso ejemplar que ha sido robado de la mayor biblioteca de Occidente, creada en Sevilla por el hijo de Cristóbal Colón.
Hubo un tiempo donde los libros cambiaron el curso de la historia; una época en la que se descubrían nuevos mundos, donde se formaban inmensos imperios y la razón se abría paso frente a los dogmas más sagrados. Muchos entonces temían a las palabras, pensaban que los libros eran peligrosos, podían cambiar la mente de las personas, provocar la caída de religiones y reinos. Si los libros han cambiado la historia una vez,¿por qué no van a ser capaces de hacerlo de nuevo?
Existe un desacuerdo extendido sobre qué hito concreto supuso el final de la Edad Media. Para algunos fue el descubrimiento de América por Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492. Hay otros que creen que fue la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, fecha esta última que tiene una singularidad que muchos olvidan: coincidir con la invención de la imprenta por Gutenberg. Tendemos a delimitar las etapas históricas
por conflictos militares y políticos. Pero la realidad es que al Medievo le sigue el Renacimiento, y si hay algo que caracteriza este periodo es el resurgir de la cultura, de las ideas, la tecnología, los descubrimientos y el humanismo.
Y todo ello fue solo posible con la imprenta. Esta novela se ambienta en los inicios del sigloXVI, cuando la imprenta ha cambiado para siempre el mundo y ha hecho, por fin, los libros accesibles para una gran parte de la población.
Los libros ya no se ocultan en oscuros monasterios, sino que se comercia con ellos en los
centros de las ciudades. Los nobles y burgueses construyen sus propias bibliotecas. Se vuelven a publicar obras clásicas y se pone en marcha un mundo editorial mucho más parecido al actual de lo que podemos imaginar. Hay auténticos super ventas, géneros de moda como los libros de caballerías, publicaciones por entregas; y aparece por primera vez el periodismo con las relaciones de sucesos.
El acceso a los libros y la difusión de su contenido cambian el mundo, y provocan unas nuevas mentalidades que llevarán al descubrimiento de América, al surgimiento de movimientos dentro de la Iglesia cristiana, a la aparición de algunos de los más célebres artistas de la historia y al logro de hazañas inigualables, como la vuelta al mundo.
Es una época tan maravillosa, tan plagada de personalidades y logros que algunos de ellos aún permanecen olvidados para el gran público. Como que en los primeros años del siglo XVI muchos de los viajes a América en realidad buscaban la mejor manera de llegar hasta las Islas de las Especias en Indonesia. O que las finanzas y los banqueros tenían tanta o más influencia política que hoy en día. O que surge el concepto de biblioteca moderna y que se construye la biblioteca más grande que el mundo hubiera visto jamás, en España, la cual pretendía almacenar todos los libros y panfletos que se imprimían en Europa.
En el siglo XVI, Sevilla era la ciudad más próspera de Occidente, a su puerto llegaban las riquezas de América y en sus calles se dirimía el futuro de Europa. Entre sus murallas se creó la primera biblioteca moderna, el primer centro de saber occidental, y lo hizo bajo el mando del hijo del descubridor de América, Hernando Colón, quien reunió durante su vida esta biblioteca de casi 20.000 títulos. Una cuarta parte de ellos se encuentran ahora depositados en la Biblioteca Colombina de Sevilla, a los pies de la Giralda, pero muchos otros se han perdido o se han dispersado por todo el mundo.
Esta biblioteca fue el primer intento de reunir todo el saber universal, clasificarlo y hacerlo accesible para utilizarlo a la hora de gobernar un imperio. La Edad Media no concluyó con el asedio de un castillo, ni con una carga de caballería, ni viajando a los confines del mundo. El Medievo terminó el día que un hombre humilde, un comerciante o un artesano, pudo ir a una librería de su ciudad y volver a su casa, sentarse junto al fuego y leer en su propia lengua un libro como la Ilíada de Homero.
El mercader de libros es un viaje a los años siguientes a la invención de la imprenta, cuando un mercader de libros emprende la búsqueda de un misterioso ejemplar que ha sido robado de la mayor biblioteca de Occidente, la Biblioteca Colombina de Sevilla
Año 1517. El joven Thomas atraviesa la incipiente Europa renacentista huyendo de su pasado. Son los años siguientes al descubrimiento de América y la invención de la imprenta, un periodo de profundos cambios que han supuesto el fin de la Edad Media. La curiosidad que siente por el Nuevo Mundo, cosechada en sus múltiples lecturas, le llevará hasta España, donde comenzará a trabajar con un mercader de libros.
El encargo de localizar un ejemplar envuelto en un halo misterioso le conduce hasta Sevilla, una próspera ciudad que sirve como enlace en el comercio con las Indias y que alberga, entre sus murallas, la biblioteca más importante de Occidente, creada por el hijo de Cristóbal Colón y llamada la Colombina. Será precisamente allí donde Thomas descubra que alguien ha robado el libro que él busca y, por alguna razón, tiene mucho interés en que nadie lo encuentre.
“Hubo un tiempo en que los libros permitían descubrir nuevos mundos, tambalear los dogmas más sagrados y cambiar el curso de la Historia. Luis Zueco nos sumerge en los albores de la bibliofilia y nos traslada, en una perfecta unión de rigor histórico y trama trepidante, a una época en la que la palabra impresa podía ser el arma más peligrosa.”
“En la novela también hay gran cantidad de guiños hacia libros, personajes históricos y actuales, que dejo a la pericia y curiosidad del lector identificar.” [Luis Zueco]
Lee y disfruta de un fragmento de la novela.
El autor:
Luis Zueco (Borja, Zaragoza, 1979) es director de los Castillos de Grisel y de Bulbuente, dos fortalezas restauradas y habilitadas como alojamientos con encanto y para la realización de eventos. Además, es ingeniero industrial, licenciado en Historia y máster en Investigación Artística e Histórica, miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos y colaborador, como experto en patrimonio y cultura, en diversos medios de comunicación.
Ha logrado un éxito internacional de crítica y público con su fascinante «Trilogía Medieval»: El castillo (Mejor Novela Histórica 2015 por la web Novelas Históricas), La ciudad y El monasterio, tres novelas que pueden leerse de manera independiente y con las que accedemos, a través de adictivas tramas de intriga ambientadas en los escenarios arquitectónicos más importantes de la época, a aspectos fundamentales de la Edad Media.
El libro:
El mercader de libros ha sido publicado por Ediciones B en su Colección Histórica. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 606 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo el vídeo del booktrailer “El mercader de libros” de Luis Zueco.
Para saber más:
Luis Zueco en Wikipedia.
https://www.facebook.com/luiszueco