Revista Sociedad

El mercado laboral español

Publicado el 09 enero 2013 por Dolega @blogdedolega

Job seeker

Este post va dedicado a mi amiga Elvy.

Elvy es una encantadora mujer de 51 años de edad, una profesional como la copa de un pino, que hace dieciocho meses se ha quedado sin trabajo, después de más 20 años como Asistente de Presidencia de una gran multinacional.

Según sus palabras ha sido sustituida por una jovencísima y hermosa chica rusa que tiene poca idea de las labores propias de su puesto, pero está segura que tiene habilidades que ella no posee.

A pesar de que la indemnización por despido ha sido sustanciosa, ella no sabe estar en casa, siempre ha estado trabajando y en casa se mustia como las plantas sin agua, así que desde el primer día se puso a buscar trabajo, agotó su agenda de contactos, de esos que cuando trabajas  harían cualquier cosa por ti, pero que cuando te quedas en el paro, desgraciadamente no pueden hacer nada y empezó el periplo de intentar no quedarse fuera del mercado laboral a pesar de su incipiente tercera edad.

El otro día me llamó muy alterada y muy compungida para contarme lo que le había ocurrido con una oferta de trabajo, porque creía que le iba a afectar para el resto de sus días.

Me dijo que me daba el beneplácito para publicarlo en el Blog, pero le dije que aquello era surrealismo en estado puro y que mis lectores se iban a pensar que había llenado la bañera de alucinógenos, unas cuantas sales de baño y me había zambullido dentro, pero esta mañana entro en casa de mi querida Inmagina y me encuentro con un post surrealista en clave laboral así que me he decidido a contar la historia.

Elvy, tal como la contaste, ahí va…

Ya sabes que estoy en todas las web de empleo. El caso es que en Infojobs había metido el currículum en una oferta para asistente de Dirección, sin salario definido de las muchas que hay. Esta en concreto, tenía casi 800 personas apuntadas. Los requisitos eran los normales, sin grandes estridencias y de idiomas solo pedían Inglés, ya sabes que ahora se ha puesto de moda, que por pedir, piden Inglés, francés, alemán e incluso ruso ó chino.

Hace unos días se pone en comunicación conmigo un hombre que me dice que quiere tener una entrevista en referencia a esta oferta.

Comentamos aspectos de mi currículum y me da la dirección de la empresa, concretamente en Alcobendas por la zona de Diversia (Zona al norte de Madrid, donde hay oficinas y zona residencial mezcladas y la zona es de clase media/media-alta).

Quedamos para las cuatro de la tarde.

Me desplazo hasta allí y la verdad, es que cuando llegué al portal, me pareció que era un edificio de viviendas, pero ya sabes que esa zona está muy mezclada y hay oficinas y pequeñas empresas también en pisos, así que no le di mayor importancia.

Llamo al ascensor, subo hasta la segunda planta y llamo al timbre de la puerta “D”. Me vuelve a llamar la atención que en la puerta no hay letrero ni nada, pero ya sabes lo despistada que soy.

Me abre un chico como de unos treinta y cinco años, de mediana estatura, gordo sin llegar a ser obeso y con una calvicie galopante pero con melenita.

Deduzco que quiere imitar el look de Santiago segura. Me hace pasar, cierra la puerta y es cuando me doy cuenta que estoy en una casa particular y no en una oficina y me empiezo a poner tensa.

Él, muy amable, me invita a sentarme en el salón y me empieza a contar que es autónomo, que tiene una empresa de eventos y que necesita alguien que le lleve la agenda, los trámites con los bancos y que también le haga un poco de comercial porque él no tiene tiempo. Todo esto lo hace de pie, gesticulando mucho y como muy teatral.

Chica, no sé porqué me empiezo a mosquear y a poner nerviosa. Intento escuchar si hay alguien más en el piso, pero no oigo nada así que deduzco que estamos solos. Inconscientemente aprieto el bolso.

Me empieza a preguntar por mi experiencia e insiste mucho en saber si tengo experiencia comercial y yo, que lo único que quiero es irme, le digo que no, que yo nunca he hecho de comercial, pero me empieza a soltar un speech (charla, discurso) de técnicas comerciales, de lo importante que es para su trabajo y me dice que una labor fundamental de mi trabajo sería hacer presentaciones para que contrataran sus servicios.

Entonces se me ocurre preguntarle que, exactamente a qué tipo de eventos se dedica y cuáles serían los servicios que las empresas tendrían que contratar y entonces va y me dice:

-Ahh sí claro, es lógico que te quieras hacer una idea. Espera, que busco los papeles y te enseño.

En eso que se va hacia el pasillo y lo oigo que está como en la habitación contigua. Él sigue hablando, casi gritando, de las estrategias comerciales y chica, yo me empiezo a poner muy nerviosa.

Hay algo que no me cuadra y decido largarme de allí aprovechando que no me puede ver.

Me levanto con sigilo del sofá y me voy como de puntillas hacia la puerta. Te juro que yo sola me he ido poniendo de los nervios y ahora tengo terror de que la puerta esté cerrada con llave. Me empiezo a maldecir por incauta y gilipollas. Meto la mano en el bolso y aprieto el móvil con fuerza como si fuera mi salvación. Nunca he querido tanto a mi Iphone, te lo juro. Pensaba en el sistema que me le había puesto tu Niño por si lo robaban ó si me pasaba algo que se pudiese localizar.

Bueno, el caso es que iba llegando a la puerta de puntillas dispuesta a salir por patas de allí y de repente siento que dicen detrás de mí.

-¿Pero, adonde vas?

Mira, siento como se me ponen todos los pelos de punta, me empiezan a temblar las piernas, pego un bote, me giro y me encuentro…

¡Con el payaso de Micolor !

El mercado laboral español

Para los lectores fuera de España

Lanzo un terrible alarido y empiezo a hiperventilar, el chico se asusta también y da un paso hacia atrás.

Mira, yo solo quería correr y llorar.

Yo solo pensaba- este me trocea aquí mismo y no se entera ni Dios-Dentro de una semana en los periódicos: Muerta por el payaso de Micolor.

-Venga mujer, no te asustes si es mi indumentaria de trabajo.

Me lleva del brazo y me vuelve a sentar en el sofá, tía yo estaba aterrorizada, temblaba y solo pensaba- No lo provoques Elvy, no lo provoques. Que este está como una puta cabra.

Se pone frente a mí y me dice:

-Me dedico a animar fiestas de empresa y mi número estrella es el de los chistes del payaso malo. Bueno ahora una muestra de mi trabajo.

Y allí como el payaso de Micolor, empieza a saltar por el salón y a contar los peores chistes que hayas oído nunca. Sí tía, del tipo de:

Un hombre va a un entierro y le dice a la viuda:

- Lo siento.

La viuda responde:

- Ya es igual, déjelo tumbado.

 

- Oye, ¿sabes cómo se llaman los habitantes de San Francisco?

- Hombre, pues todos no.

 

-¿Cuál es el animal más antiguo del mundo?

El pingüino, porque está en blanco y negro.

 

Yo empiezo a pensar que aquello es una broma televisiva, cámara indiscreta ó algo así y me empieza a entrar una risa histérica y él que se piensa que me rio de su show, se va animando a contar chistes y chascarrillos cada vez más patéticos.

Al final me llené de valor, me levanté y le dije que lo sentía pero que no estaba capacitada para el trabajo y salí de allí corriendo muerta de miedo.

Cierto es, que más tarde cuando me calmé en casa y después de una tila me descojonaba igual que tú ahora mismo, pero con este mercado laboral, vamos de culo amiga.

 


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