Desde que Pep Guardiola es entrenador del Barça, hay un claro aumento de aficionado(a)s al fútbol en mi entorno( y me incluyo en la lista).
Lo más curioso es que a mí no me ha captado por lo que tiene de interesante este deporte… Me ha fascinado el espíritu de equipo (teamitis) y la faceta motivadora del asunto. También me gusta la contención y la sobriedad del grupo.
Y, sí!, yo ví el partido del pasado domingo y pude ver a Messi haciendo proezas ( dicen los que saben que de lo mejor del mundo mundial!) pero, sobre todo, ví a Messi ( un jugador) ofrecer y compartir el talento ( con el equipo). Lo más importante de ese partido fue ver que la teoría del “uno para todos y todos para uno”, fluye como práctica natural en este Barça de Guardiola & Team.
A eso , hay que sumar el factor adicional de la sencillamente-gran personalidad de Messi : un ser humano “easy go”, confortable… Defintivamente, un elemento diferencial en un mundo en el que “ser el mejor del mundo” y “no creértelo ( y que te afecte)” conviven en precario equilibrio.
Además de ofrecer buen fútbol ( por lo menos, la mayoría de los días), estos del equipo han conseguido unir a parejas , agrupar a amigos, reagrupar a otros y captar a los “aletargados”que pasaban tres pueblos de Liga , Champions , Copa …
Y, mira, ya que es el “Día de Elogio Gigantesco a Messi”, habrá que atribuirle también ese mérito de la socialización.
Por supuesto, el mejor equipo es el de cada uno ( como siempre me recuerde mi vecino periquito) pero… si el mejor jugador del mundo juega en ese equipo, ya es la repera.
Foto de aaronkor www.deviantart.com