En 1913, hace 100 años, Henry Ford lo hizo realidad. Las 12 horas que demoraba un ensamble se redujeron a 90 minutos y el modelo Ford T aumentaba su producción. A todo esto, las demás industrias adoptaron el sistema que, hoy en día, se conoce como Fordismo.
El Fordismo, el origen de la producción moderna cumple 100 años. El efecto de esa revolución productiva nos llega incluso hasta el día de hoy, en el que la producción de automóviles sigue siendo una de las industrias más fuertes y en mayor ascenso del mundo.
Todo comenzó un 7 de octubre, en Highland Park, donde se instaló un torno y una cuerda tendida sobre el suelo. Lo siguiente fue ubicar a 140 ensambladores a los costados, en una línea de 150 metros, para que la optimización del proceso fuera un hecho. Sin embargo, si se mira más en profundidad, se descubrirá que todo nació de un problema. Las partes eran acercadas por carros tirados por caballos y los automóviles se ensamblaban sobre caballetes. Todo estaba cronometrado, pero los retrasos aumentaban los costos por unidad. Y en ese sentido, se le atribuye al mismo Henry Ford la frase: “Hay una regla para el empresario y es hacer los productos con la mayor calidad posible al menor coste y pagando unos sueldos lo más altos posibles”. Solo basta comparar los números para descubrir los resultados: en 1912, Ford produjo 82.388 unidades del Modelo T cuyo precio de venta era de U$S 600. En 1916, la producción del modelo T se elevó a 585.388 en tanto que su precio cayó a U$S 360.
Revista Deportes
Sus últimos artículos
-
Renault: así será su nueva camioneta fabricada en Brasil
-
Nueva Patente Mercosur: comenzó la distribución en la Argentina
-
Peajes más caros en la Autopista BsAs-La Plata: ir y venir en auto saldrá $80
-
A la octava: descubrí cómo va a ser la próxima generación del VW Golf