¿Habéis oído hablar del método Kondo o Konmari?
Este método ha sido creado por Marie Kondo, una joven japonesa obsesionada desde pequeña con el orden y que ahora se dedica profesionalmente a él a través de una consultoría. Su libro " La magia del orden" se ha convertido en un Best Seller a nivel mundial. Hace hincapié en que el orden en casa o lugar de trabajo influye sobre nuestra vida y nuestra mente, y de ahí su importancia. Es verdad que a todos nos gusta mucho más una estancia ordenada y limpia que desordenada o abarrotada de cosas, ¿verdad? También es cierto que un cuarto o sala demasiado limpia de objetos de una sensación de poco vivida o fría, pero la sensación de paz que transmite es mucho mayor.
El caso es que yo no soy ni mucho menos una obsesionada del orden, pero sí que de vez en cuando me da el ataque y necesito verlo todo recogido. Especialmente cuando hay niños en casa, hay veces que me gustaría meter todo en una bolsa de basura y lanzarla al hiperespacio, ¿os ha pasado? 😉
Pues le he echado un vistazo a este método, y reconozco que estoy bastante de acuerdo.
Os doy algunas de las claves:
- El primer paso es eliminar lo que no necesitas o te aporta algo (ella lo llama felicidad). Tenemos la casa llena de recuerdos u objetos inservibles que sabes que nunca más vas a usar pero te da pena tirar. Los vas cambiando de sitio pero no te aportan nada. Fuera. Kondo recomienda juntar todos los artículos por categorías (libros, ropa, objetos sentimentales...), cada una en un montón para ver realmente todo lo que tienes, coger cada uno en las manos y quedarte sólo con lo que realmente te aporta algo. Lo más fácil es empezar por la ropa. ¿Cual es el mejor momento para ordenar? Por la mañana, cuando tu mente está más despejada y despierta.
- En cuanto al orden de los armarios, Kondo recomienda doblar en lugar de colgar, y en vertical más que en horizontal para que de un vistazo veas todo lo que tienes. Igualmente aconseja tener a mano tanto la ropa de invierno como la de verano porque si no te olvidas de lo que tienes hasta que lo sacas y puedes llegar a comprar algo parecido sin necesidad. La ropa colgada debería colocarse en función de su peso visual: las prendas más pesadas a la izquierda y las más ligeras a la derecha.
- Utiliza cajas para almacenar todo lo que puedas. Los productos sueltos ensucian más y aparentemente están más desordenados. Eso sí, que sean cuadradas o rectangulares, porque las redondas desperdician mucho espacio.
- Con los libros ocurre lo mismo que con lo demás. No tiene sentido almacenar por almacenar. "Algún día" significa "nunca" así que no confíes en volver a leerlo, y menos si no te ha encantado. "Cada obra tiene su momento".
- Sobre los papeles deberíamos ser tajantes: instrucciones de electrodomésticos, nóminas, extractos de tarjetas... hoy en día se pueden consultar todas esas cosas por Internet por lo que no debe darnos miedo tirarlo. En cuanto a los papeles que debemos quedarnos, deberíamos agruparlos en dos categorías: pendientes (como facturas o citas) o los que debemos tener a mano (hipotecas, contratos... originales).
- Deshacerte de fotos, carta o recuerdos del pasado es lo más difícil porque tienen valor sentimental. Sin embargo, te atan al pasado, lo cual no suele beneficiar tu momento actual, ni a tí mismo ni a la persona/s con la/s que ahora compartes tu vida.
- Nada de almacenar lo que no usamos en casa de tus padres. ¡No solucionas nada y les pasas a ellos el problema!
- y sobretodo... tienes que aplicar este método sin que nadie te vea para que no te juzgue ni pueda hacerte sentir culpable por deshacerte de algo.