Un aprendizaje autónomo, pero tutorizado cuando se requiera –y ahí es donde entramos nosotros, educadores infantiles- nos permite observar e identificar los intereses de cada uno de los alumnos. De esta forma, conoceremos sus preferencias y obtendremos información crítica para ofrecer a nuestros alumnos una experiencia educativa personalizada, que les estimula acordes a sus ritmos de aprendizaje y a sus intereses. Eso sí, dentro de nuestra programación de aula.
Para alcanzar este entorno debemos crear un ambiente estructurado, alegre, estimulante, sensorial, sin olvidar un orden físico que sea asimilado por los niños y contar con un curriculum completo. La comunicación y la participación de los padres y con los padres es imprescindible. Escuela –guardería o jardín de infancia- y el ámbito familiar deben crear un mismo ambiente sensorial, eso sí, acorde a los objetivos de cada entorno. A continuación os dejamos algunos enlaces a fuentes de ampliación de conocimiento sobre este método promovido desde Italia por María Montessori:- Biografía de María Montessori y su visión del aprendizaje infantil
- Web dedicada al sistema Montessori [Eng-Inglés]
- Blog que seguimos ;)