Cada verano la playa de Montrose, en Chicago (Estados Unidos), es testigo de los numerosos torneos de fútbol estivales que la población ecuatoriana de la ciudad celebra. Un espacio elegido por la comunidad de inmigrantes de Ecuador donde compartir su afición y disfrutar del deporte más conocido en América del Sur.
Desde hace 20 años, la comunidad latina de Chicago elige la playa de Montrose como el lugar ideal para desconectar y pasar un sábado vespertino o un domingo matinal en buena compañía. La playa se convierte en el espacio perfecto para gozar de una merienda después de un partido, pasear al perro en compañía de otros paseadores o celebrar un cumpleaños al lado del mar.
Una iniciativa que ha venido de la mano de las asociaciones de vecinos inmigrantes de la ciudad y que ha ayudado a convertir Chicago en ejemplo del llamado «placemaking» (construir lugares, en español), un método de regeneración urbana centrado en los propios vecinos y vecinas.
Project for Public Spaces ha sido la entidad que ha puesto en marcha este concepto en la ciudad estadounidense. Fundada en 1975 con el objetivo de expandir las ideas de William H. Whyte, uno de los padres del placemaking, la organización sin ánimo de lucro desarrolla proyectos que animan a la ciudadanía a aprovechar los espacios públicos que componen su barrio con el fin de mejorar la zona en la que residen y sentirse identificados con la misma.
Chicago no ha sido la única ciudad en aprovechar las ventajas del placemaking. Desde su creación, Project for Public Spaces ha completado proyectos en más de 3.000 distritos de 43 ciudades y cuenta, además, con más de 900 personas alrededor del mundo que apoyan y ponen en marcha el mismo enfoque de regeneración urbana.
Actividades sencillas para crear lazos
El espacio público y los vecinos y vecinas que componen un barrio son los protagonistas del placemaking. Sus teóricos consideran que la mejor forma de que la ciudadanía cree un vínculo con el lugar en el que residen consiste en utilizar los espacios públicos, y quiénes mejor que los vecinos y vecinas del distrito para decidir qué hacer en tales espacios.
Así lo entendió el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla, cuando decidió el año pasado poner en marcha un proyecto de tal calibre, #MiraQuéLindo, para conseguir que los vecinos y vecinas de uno de sus barrios, el de San Miguel el Castillo, se sintieran identificados con la zona en la que viven.
Con la ayuda de la oficina de innovación urbana Paisaje Transversal, a través de una serie de talleres y reuniones, el consistorio logró saber las opiniones y aportaciones de la ciudadanía que convertirían el barrio en un lugar de orgullo para la población de Alcalá de Guadaíra. Se descubrió que el Castillo de San Miguel, en las inmediaciones del distrito, la naturaleza que rodea la zona y la pasión flamenca que caracteriza a sus vecinos y vecinas eran las claves para la transformación del barrio de San Miguel.
Hace apenas unos meses, la oficina de innovación urbana presentó ante la ciudadanía de San Miguel el Castillo las actividades que convertirían el barrio en un lugar en el que vecinos y vecinas comparten experiencias y no en un mero espacio donde residir. Rutas guiadas por el barrio, una verbena o unos cuantos juegos en el castillo forman parte de las actividades que la ciudadanía de San Miguel pondrá en marcha a lo largo de este año.
Actividades ligeras, rápidas y baratas («lighter, quicker, cheaper», en inglés) que dicta el placemaking y bastante parecidas a las desarrolladas en ciudades tan dispares como Nueva York –la instalación de sillas y mesas móviles para que los neoyorquinos se sienten en los lugares que decidan–, el municipio barcelonés de Granollers –que siguen la misma práctica en la calle Mayor– o en Sant Adrià de Besòs, también en Barcelona –donde los ciudadanos y ciudadanas aprovechan la Parroquia Mare de Déu para desarrollar actividades vecinales–.
Escuchar a la ciudadanía, convertirla en el objetivo de la mejora de un barrio y atender a sus iniciativas forman parte de las señas de identidad del placemaking. Un método urbanístico que pone de manifiesto la capacidad que tiene el espacio público de crear lazos entre la población y mejorar la vida de un barrio. Un barrio en permanente transformación, como sus gentes.
Este artículo apareció previamente publicado en Seres Urbanos (Blogs El País) el día 20 de julio de 2015.
Créditos de las imágenes:
Imagen 01: Resultados del diagnóstico Mira Qué Lindo (fuente: Paisaje Transversal)
Imagen 02: What makes a great place? (fuente: Project for Public Spaces)
Imagen 03: Ejemplo de placemaking en las calles de Vancouver (fuente: Project for Public Spaces)
Revista Arquitectura
El método «placemaking»: cuando los vecinos hacen suyo su barrio
Por Paisajetransversal @paistransversalSus últimos artículos
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