Hay veces que el miedo y/o el dolor se esconden de nosotros. Se disfrazan de mal humor, de incertidumbre o de desánimo, de irascibilidad o de agresividad mal encauzada. Son esos días en que quizás todo se pone al revés y la vida nos pesa! Y no es que el mundo que nos rodea haya cambiado, sino que algo nos duele en nuestro interior y se escapa de nuestra mirada! Tal vez empecemos por verlo en los demás, sin ser capaces de verlo en nosotros mismos. Son esos días en que la gente que te rodea sufre o están alterados, por alguna circunstancia! Al fin y al cabo, los que nos rodean no son más que espejos de lo que ocurre en nuestro interior! Cuando ves a alguien así, pregúntate qué te pasa en tu interior, por qué te has fijado en ello y, sobre todo, por qué te afecta tanto. Y así quizás entiendas por qué el mundo nos muestra su peor cara, de vez en cuando… y todos tenemos algo que nos duele o a lo que temer!
Y es que el miedo y el dolor se esconden de nuestra mirada. Elegimos esconderlo a los otros, para parecer serenos y firmes en nuestra vida! Y, si el dolor es especialmente intenso en nuestrro corazón, incluso lo escondemos de nosotros mismos! Pero debes saber que el dolor solo se vacía del corazón sintiéndolo intensamente, tal como llega. Porque es ese dolor, precisamente, lo que nos ayuda a sacarlo de nuestro corazón y no mantenerlo enquistado dentro! Y, tras el dolor, reaparecerá el amor, pues ambos comparten el mismo corazón! Si miras el dolor de cara y lo sientes internamente, verás que, como todo en esta vida, pasa, sin detenerse! Si en cambio permites que se aloje en tu corazón al no mirarlo y sentirlo, éste permanece y condiciona tu vida… y la de los que la comparten contigo!
¿Por que intentar dejar de sentir dolor, no permitiendo que abandone nuestro corazón? ¿Te hace más vulnerable sentir miedo o dolor o tan solo más humano y sincero contigomismo y con los que comparten tu vida? ¿Desaparece el miedo o el dolor, si hacemos lo posible por no sentirlos ni expresarlos? ¿Cuando vemos o presentimos dolor o miedo en los demás, no es acaso algo que resuena en nuestro interior y evidencia nuestros propios miedos y sufrimientos? ¿No es el dolor y el miedo consustanciales a la vida humana? ¿No son el miedo o el dolor señales de algo esencial en nuestra vida y nos ayudan a despertar a nuestra realidad y a aceptarla, tal como viene? ¿Te imaginas una vida sin miedo o dolor? ¿Cómo llegarías a ser consciente de lo que, en realidad, te importa… y es esencial para tu corazón y para tu vida?
Seguirá…
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