Revista Opinión

El milagro de Dunquerke

Publicado el 30 marzo 2019 por Carlosgu82

Entre finales de mayo y principios de junio de 1940, se dió a cabo la famosa operación “dynamo”, también llamada El milagro de Dunquerke. Basicamente fue una estrategia de evacuación de las tropas aliadas en territorio francés después de que la debastable Alemanía lograra destrozar todo intento de resistencia francesa/británica/Belga. Con una cifra de al rededor de 300.000 soldados aproximadamente, se puede decir que es la hazaña de rescate más grande en la historia. No obstante, mientras transcurría la operación, Adolf hittler enviaba especificamente a su máxima fuerza aerea a contrarestar la evacuación. La mortal Luftwaffe, aviones de guerra con mucha más capacidad para bajar desde grandes alturas y soltar una cantidad significativa de bombas, fue el verdugo de cientos de victimas en la extensa playa.

Los ataques eran constantes. Muchos de los soldados en medio del terror, decidieron quitarse la vida. No obstante, mientras todo ese caos sucedia, los franceses acudieron a establecer un perimetro de resistencia a lo largo de los edificios y casas junto a las playas. Esto, logró contenter el avanze de los famosos tanques Panzer enemigos. De esta manera, los alemanes solo podían avanzar por el aire. Y en efecto así fue.

En la totalidad de la playa se formaron extensas filas de soldados los cuales añoraban su turno para ser embarcados en los navíos. Como dato curioso, la operación no solo conto con los barcos militares, sino que la noticia se extendió hasta las costas británicas, con ello cientos de personas civiles salieron, tomaron sus pequeños barcos, cargueros, lanchas, yates… y emprendieron un viaje peligroso; todo por salvar a sus guerreros.

Al final, un aproximado de 338.000 soldados entre, britanicos, franceses y belgas, fueron evacuados con exito de las temibles garras de los alemanes. Todo esto gracias a la operación puesta en marcha por el mariscal británico y comandante de la fuerza expedicionaria británica, John Vereker Gort.

La luz brillante de los hombres libres que Hittler no pudo conquistar”.


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