Título original: Henry Poole is Here
Director: Mark Pellington
Guionista: Albert Torres
Intérpretes: Luke Wilson
Adriana Barraza
Radha Mitchell
George Lopez
Cheryl Hines
Richard Benjamin
Morgan Lily
Rachel Seiferth
Productores: Gary Gilbert
Tom Lassally
Gary Lucchesi
Tom Rosenberg
Richard S. Wright
Fotografía: Eric Schmidt
Música: John Frizzell
Montaje: Lisa Zeno Chrugin
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2.008
Duración: 99 minutos
Edad: 13 años
Género: Comedia, Drama
Distribuidora: Filmax
Estreno: 29-05-2.009
Página WEB: Web Oficial de la película en España
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 6,393 Espectadores: 3.925
Vizcaya: 5,717 Recaudación: 21.430,38 €
España: Puntos (Popularidad): 0
Rugoleor: Índice de popularidad: 0
Sinopsis:
Luke Wilson, la nominada al Oscar Adriana Barraza y Radha Mitchell protagonizan una fábula contemporánea acerca de las inesperadas maravillas del día a día, del realizador Mark Pellington. “El milagro de Henry Poole” narra la divertida, ácida y alentadora historia de un hombre desilusionado que intenta esconderse de la vida en una casa algo destartalada de las afueras, para acabar descubriendo que no puede escapar a las fuerzas de la Esperanza.
Luke Wilson es un tipo hundido que se compra una casa en el suburbio de su infancia. Todo va bien, o igual de mal, hasta que una misteriosa mancha de humedad aparece en la pared. Y no se va. Y su vecina, hispana (Adriana Barraza) y de nombre Esperanza, cree ver en ella el rostro de Dios. Podría ser un milagro, aunque Henry se resiste a creerlo. Su guapa vecina (Radha Mitchell) le ayudará a entrar en razón y a abrazar la fe en este religioso film de Mark Pellington.
Crítica:
02.06.2009 – JOSU EGUREN
Henry Poole, el estilista
Una mancha en la pared del patio trasero de una casa puede tomar distintas formas en función de quien interprete el grafismo. Para Henry Poole se trata de una masa informe, para su vecina Esperanza es el vivo retrato de Cristo. Y así se escribe el primer capítulo de este manual de autoayuda que viene firmado por Mark Pellington, un director que desde los años 90 intercala trabajos cinematográficos con el rodaje de videoclips. Simplificando, “El milagro de Henry Poole” es una 'dramedia', cruce de géneros tan habitual en nuestros días, que no acaba de explotar las distintas posibilidades con las que se topa el personaje central en su encrucijada de caminos.
Henry Poole vive emparedado, en una típica vivienda familiar de los Estados Unidos, entre una fanática religiosa y una atractiva soltera, madre de una niña autista. De un lado está la comedia, del otro el romance y el drama, pero Pellington no acierta al sintonizar con esa frecuencia que despierta el interés del público. Se agota pronto el desfile de personajes pintorescos capaces de despertar sonrisas, pero aún es más escueto el espacio destinado a herir nuestra fibra sensible. Del resto, lo más destacable es una idea en la que Pellington reincide (la vimos en “Arlington Road”), y es el tema de la intimidad, un valor que cotiza muy a la baja en los Estados Unidos. En un intento baldío por evadirse del mundo, Henry Poole acaba sufriendo la monitorización implacable de unos vecinos chismosos que no cejan en su pertinaz empeño por devolverle a la vida. Si el estilita de Luis Buñuel no fue capaz de superar las intromisiones de Dios, el Diablo y los pastores en las alturas de su columna, menos lo ha de ser Henry Poole, personaje interpretado por un desganado Luke Wilson. El espectador melómano agradecerá dos o tres secuencias videocliperas con las que Pellington nos rescata de la monotonía, pero que no acaba de encajar con el tono de una cinta que respeta los patrones de la industria 'Indie'.