Revista Cultura y Ocio

El milagro de la conversión de mosto en vino

Por Manuel LÓpez Prieto @rigoly

El milagro de la conversión de mosto en vino

Gimidera

Pocos días después del prensado de la uva, las levaduras y azúcares del mosto interactúan mágicamente para crear etanol (alcohol etílico) y dióxido de carbono (las burbujas que se observan) y que nuestros antepasados llamaban "tufo".
La gimidera es instrumento tradicional (un palo largo con una tabla ensamblada) que se utiliza para mover el vino en el proceso de fermentación. El vino hierve, se cuece y gime, de ahí el nombre de gimidera.La temperatura, los niveles de oxígeno y velocidad de fermentación con una pizca de cariño son factores esenciales en el mágico proceso de fermentación que no debiera de sobrepasar los 20 días.Una vez el vino se asiente se realiza el primer trasiego para desechar  impurezas y posos y se deja hacer calmada y tranquilamente, sin ruidos ni cambios de temperatura hasta finalizar el invierno que se ha de realizar un segundo trasiego. En mayo o junio se realiza el clarificado del vino para eliminar cualquier resto de impurezas y proteínas molestas a la vista (especie de telilla que se observa en algunas botellas) y pasado un mes se realiza la filtración y posterior embotellado.


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