Revista Diario

El milagro de la vida

Por Belen
Como sabéis voy a ser tía, lo cual me hace sentir inmensamente feliz. Yo no voy a tener más hijos, y aún no tenía sobrinos, así que el embarazo de mi hermana lo estoy viviendo con una intensidad especial, sobre todo porque ha sido un embarazo lleno de sobresaltos, miedos, inquietud. Ahora ya estamos de 21 semanas, y todo está en calma. Se acabó el reposo, el hematoma, el sangrado, el riesgo, la pérdida de líquido por la amniocentesis, todo se acabó. Mi niña (porque es una niña), ajena a todo el temor de su familia, crece plácida en la barriga de mamá. Es una niña inquieta, se deja sentir desde muy pronto, aunque no lo creáis yo pude sentirla en la tripa de mi hermana a la semana 14. Vamos que la niña apunta maneras, como su primo en su día. Mi hijo también fue tremendamente inquieto, no paraba ni un momento. Y así continúa.
El milagro de la vidaAhora ya que el riesgo ha desaparecido, o mejor dicho ha pasado a ser el mismo que el de cualquier otra mujer embarazada, estamos contando al peque que pronto tendrá una primita a la que cuidar. Y está muy emocionado, cuando ve a su tía la mira inquisidoramente la tripa, supongo que preguntándose que se esconde ahí. Se inventa diálogos con su prima y es sumamente divertido.
Recientemente una moto que tenía se le ha quedado pequeña, y había llegado el momento de guardarla en el trastero para dejar paso a su nueva bici (sin pedales). Le conté que muchas de sus cositas, ropa, juguetes, la cuna, de cuando él era bebé ahora se las daríamos a la prima porque él ya era grandote y no lo necesitaría. He aquí nuestra conversación con relación a su moto:
- Cariño como la moto se ha quedado pequeña se la vamos a dar a la prima, para que cuando ella crezca puedas tu enseñarla a montar. Tu ya serás muy mayor e irás en una bici de pedales como la de papá.- Sí mamá, se la guardamos a la prima, y yo la diré: no prima, tu no puedes montar en bici, eres muy pequeña, la bici es para mi que soy mayor, ahora tu montas en esta moto y yo te enseñaré.
Le llena de orgullo ser el mayor.
Otra cosa que le parece divertida es hacer regalos a su futura prima. Nos ha oído a su papá y a mi hablar sobre que es conveniente comprar sábanas para la cuna y alguna toalla más (aunque ya tiene unas poquitas de Lucas). Y nos cuenta lo siguiente:
- Mamá tenemos que ir a la tienda a comprar para la prima sábanas para la cuna y una toalla gigantesca para el baño (le gusta todo lo gigantesco, que le vamos a hacer). La prima me va a regalar a mi un coche nuevo con boca y ojos.
Parece que el vínculo inicial ya está establecido. Ahora atosiga a mi hermana cada vez que la ve con el nombre de la nena. Ellos aún no lo tienen decidido y como han pasado tanto miedo estas últimas semanas prefieren esperar un poco más para elegir el nombre. Pero claro, eso no puedes decirle a un niño, así que mi hermana le ha dicho que cuando la peque nazca la mirarán a la carita juntos y decidirán que nombre es bonito para ella. Mi hijo estaba más ancho que pancho, él era el protagonista, él iba con su Tata a elegir el nombre de la bebé.
Así que él ya está participando en esta nueva aventura de un bebé en la familia, no lo percibe como una amenaza y a mi me gusta que haya entendido ese papel protector de primo mayor que le toca.

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