En el desayuno Nacional de Oración
Antes del rescate, los mineros sabían que «sólo teníamos una alternativa, el mismo Dios».
El minero cristiano evangélico chileno, José Henríquez, agradeció en Washington el apoyo que recibieron del mundo él y sus compañeros durante el tiempo que estuvieron a 700 metros bajo tierra. Henríquez aseguró que “Dios nos acompañó”.
José Henríquez fue uno de los 33 mineros atrapados durante semanas en una mina chilena, a 600 metros bajo tierra. «Don José», como le llamaban sus compañeros, se describe como un hombre «sencillo, pero lleno de gozo» y allí, bajo la mina, guió a muchos de sus compañeros a salir también de la oscuridad espiritual.
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