Por Alfonso Lafarga / Contramutis
El Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), organismo del Ministerio de Defensa, ha excluido de su informe sobre los conflictos de 2017 el Sáhara Occidental, que desde finales de 1975 enfrenta al Frente Polisario, el movimiento de liberación saharaui, con Marruecos, país que invadió el territorio tras serle entregado por España.
El director del IEEE, el general Miguél Ángel Ballesteros Martín, explicó que un factor que tienen en cuenta para seleccionar los conflictos a estudiar es que se produzcan más de 25 muertos al año.
Director del IEEE
El 8 de febrero de 2018 fue presentado en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), del que depende el Instituto de Estudios Estratégicos, el “Panorama geopolítico de los conflictos 2017”, informe que analiza los conflictos de Mali, Ucrania, Sinaí, Cáucaso, Kurdistán iraquí, Irak, Yemen, Somalia, Níger, Nigeria, Cachemira, México, región de Xinjiang (China), península coreana y los mares del extremo oriente. Varios de estos conflictos se repiten en el análisis que cada año hace el IEEE.En el estudio no aparece ni una palabra sobre los 42 años de conflicto en el Sáhara Occidental, que tampoco fueron mencionados en la exposición del capítulo correspondiente a Mali, en el que se pusieron de manifiesto las consecuencias que la convulsa situación en el Sahel puede tener para Marruecos, Argelia, Libia y Mauritania.
El periodista Ignacio Cembrero, que actuó como moderador, trasladó la pregunta de un asistente sobre el motivo por el que entre los conflictos analizados no figurase el Sáhara Occidental, que afecta a la estabilidad del norte de África y a España.
Conflictos con mas de 25 muertos al año El director de IEEE dijo que consideran que se da un conflicto bélico cuando hay más de 25 muertos al año: “En total, entre conflictos congelados, o más o menos abiertos, y con muertos hay más de 80. Hay que elegir”.
Calificó el del Sáhara Occidental como un conflicto “bastante complejo” , “latente desde finales de los años 90”, y dijo: “Se termina de construir el tercer muro y la derrota militar del Polisario se produce de facto; no hay posibilidad de una solución militar de la mano del Frente Polisario y hay solo una posibilidad de llegar a un acuerdo, que es la negociación y buscar soluciones diplomáticas”.
A esto agregó que aunque el último año hubo problemas en la franja final del Sáhara “al querer construir Marruecos una carretera que uniera con Nuakchot (Mauritania), se metió la RASD, la república de los saharauis” y “hubo un conato de conflicto”, pero Marruecos “entendió que era mejor retirar las tropas y olvidar un poco ese proyecto antes que desencadenar un nuevo conflicto armado”.
“Este es el motivo por el que no se ha abordado” (el conflicto del Sáhara Occidental), concluyó el general director del Instituto Español de Estudios Estratégicos.
Sin embargo, en la edición correspondiente a 2015 el Sáhara Occidental fue tratado por el coronel Juan A. Mora Tebas, bajo el titulo “Conflicto del Sáhara: ni guerra…ni paz” . En el señala que para algunos analistas España sigue siendo, en teoría, la «potencia administradora» del Sáhara Occidental, función que no desea asumir y, lejos de cumplir con las obligaciones que se derivan de tal condición, desarrolla una política que denomina de «neutralidad activa» pero que califican de ambigua.
Agrega que España mientras por un lado proclama una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, que prevea la libre determinación del pueblo saharaui según los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas», por otro «saluda los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos» y apoya las propuestas marroquíes de autonomía para el territorio, dejando a un lado la defensa del derecho de autodeterminación.
Para el analista del IEEE, desde el punto de vista español, el asunto saharaui mantiene hipotecada su política en la región durante casi medio siglo: “España debería involucrarse más en buscar una salida al conflicto, pues proporcionaría más estabilidad a la zona y desbloquearía temas que llevan «aparcados» desde hace tiempo como es el caso de la ampliación de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Canarias y que ha dejado en suspenso hasta la resolución del conflicto del Sáhara”,
“Si la solución del conflicto se decantara del lado de las aspiraciones marroquíes -concluye- , cabría esperar que la experimentada y bien engrasada maquinaria de influencia (diplomática, mediática, etc.) marroquí reorientaría su punto de mira hacia otras reivindicaciones territoriales”.