José Manuel García Margallo, actual ministro de Exteriores y que según publican los medios podría tener una posición destacada en la posible restructuración del Gobierno, cometió una grave irregularidad cuando el pasado 19 de febrero le hizo firmar a Felipe VI un real decreto que no había sido sometido a la deliberación del Consejo de Ministros y en el que se decidía el cese del rector del Real Colegio de España en Bolonia, un fundación privada, y nombraba un sustituto al margen de los estatutos y de la Junta de gobierno de la institución.
El Rey puso su firma al pie de un real decreto, “colado por el ministro Margallo”, que los representantes del Colegio, apoyados por el dictamen del letrado Mayor del Consejo de Estado, Antonio García-Trevijano, tachan de ilegal y reclaman su rescisión.
Según relata el diario el Mundo, en su edición de este pasado martes 16 de Junio, tras la retirada de José Guillermo García Valdecasas, rector del Real Colegio de España en Bolonia, se acabó nombrando, mediante votación ante notario de todos los ex colegiales, al catedrático José María Sánchez. El plazo de votación estuvo abierto durante diez días y para avalarlo se puso gratuitamente a disposición de los ex colegiales servicios de notaría y de registro público en varios consulados en el extranjero, habida cuenta que un buen número de ellos ejerce profesionalmente y reside fuera de España.
Pese a ello, dos días después, el pasado 19 de febrero, el ministro de Asuntos Exteriores puso a la firma del Rey Felipe VI un decreto en el que se recogía el cese del rector Valdecasas y el nombramiento en su lugar del catedrático Ángel Martínez Gutiérrez. El real decreto en cuestión, recalcan desde el Patronato, no reunía los requisitos que prevé la Constitución. Nunca fue sometido a la deliberación y aprobación del Consejo de Ministros, tal y como se admite en las notas expedidas por el subsecretario de Exteriores, Cristóbal González-Aller, y por el secretario general técnico-director del secretariado del Gobierno, David Villaverde Page, a requerimiento del duque del Infantado.
Además de la supuesta irregularidad del decreto, la Junta del Patronato argumenta que al tratarse de una institución completamente privada nadie ha de inmiscuirse en el nombramiento de su rector. Y afirman que, el hecho de que éste disponga de estatus, placas y pasaporte diplomático no confiere a Exteriores derecho alguno sobre el Colegio. De modo que, una vez tomada la decisión correspondiente por la propia Junta del Patronato, procede al nombramiento oportuno mediante Real cédula. «Es graciable prerrogativa suya, no acto del Gobierno».
La Junta del Real Colegio de España solicitó por su parte un dictamen jurídico a José Antonio García-Trevijano, doctor en derecho y letrado mayor del Consejo de Estado. Dicho informe, que contradice la legalidad de la tramitación seguida en este caso, fue remitido a Zarzuela, que acusó recibo del mismo. «De ningún modo», argumenta el texto, «el Rey está obligado a firmar propuestas de ministros del tenor de la que ha motivado ese Real Decreto y ello porque: como resulta del artículo 14 de los Estatutos del Real Colegio, el ministro no puede formular propuesta alguna sobre nombramiento de rector; y, en segundo lugar, lo que es más grave, muy probablemente S.M. el Rey ha expedido el Real Decreto como si se tratase de uno más, es decir, sin reparar en el problema, pues el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación no debió haberle sometido a la firma un Real Decreto».
El hecho es de una gravedad extrema, no recuerdo hecho parecido en que un miembro del gobierno le colase al rey un real decreto para que lo firmase sin haber pasado previamente por el consejo de ministros. Y mientras la gran mayoría de medios se han mostrado más preocupados en dedicar su tiempo y sus páginas a hablar de los chistes de mal gusto de un regidor del nuevo gobierno del Ayuntamiento de Madrid que en darle a esta noticia la importancia que se merece. Pero claro ese regidor es miembro de esa peligrosa banda de “extremistas” y “antisistemas” conocida como Podemos, y por lo tanto toca poner toda la artillería pesada en intentar detener el avance de esa peligrosa izquierda radical capaz de poner fin al bipartidismo y a los desmanes y privilegios de la rancia casta política y del capital.
MSNoferini