Revista Sociedad
Habría mucho que decir, y desde luego por mi parte habrá, sobre el nuevo Gabinete Rajoy. Como estos días ando algo liada, por no decir mucho, hoy destaco tan sólo un tema pero que a mi juicio creo de transcendencia: la implicación del Ministro Pedro Morenés con una empresa dedicada a la fabricación y venta de bombas de racimo, la empresa Instalaza.
Obviamente, y como ustedes pueden imaginar, cesó de trabajar en dicha empresa hace un mes por lo que es muy probable que él ya supiera sobre sus futuras competencias.
En su momento, en este mismo blog, hablé de las bombas de racimo:
"El día de ayer, 1 de agosto, ha sido un día importante: ha entrado en vigor la nueva convención internacional que prohibe las bombas de racimo, arma que aún es considerada legítima por algunos gobiernos. La convención que prohibe el uso, desarrollo, fabricación, distribución y almacenamiento de las bombas de racimo fue firmada en Oslo, el día 3 de diciembre de 2008. Sin embargo para su entrada en vigor era preceptivo la ratificación de un mínimo de 30 países firmantes. Ayer por fin, después de tan largo recorrido, entró en vigor esta Convención. Lograr que el tratado se convirtiera en una ley internacional solo dos años después de su firma ha supuesto un gran esfuerzo de cooperación entre los gobiernos, la sociedad civil, las entidades humanitarias, las organizaciones no gubernamentales y Naciones Unidas".
Recordemos también que según la "Coalición contra las Municiones en Racimo" han muerto o herido gravemente, por esta causa, más de 100.000 personas desde 1965, de las cuales, un tercio son niños. Además de este polémico trabajo, el ministro Morenés, hasta su nuevas responsabilidades como Ministro, ha sido director general de la empresa de misiles MBDA.
Que quieren que les diga, partiendo como lo hago de una firme postura pacifista. Pues eso, que no me gusta nada, nada, nada este nombramiento.
Seguiremos analizando este nuevo Gabinete porque el porcentaje de Lehman Brothers que nos viene dado a través de la figura del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, tampoco se me escapa.