Revista Opinión
El misterio de las puertas giratorias (*)
Publicado el 14 diciembre 2015 por Alberto Garcia @ensurinconLos primeros casos se dieron ya hace unos cuantos años. Por las misteriosas puertas entraban políticos y salían consejeros, aunque también se dieron casos en los que entraban consejeros y salían políticos. La apariencia de la persona al salir de la “puerta giratoria” era idéntica: el mismo peso corporal, edad, configuración física, dicción, etc, pero había una variación sustancial que afectaba a su status, puesto de trabajo y cuentas bancarias. Afectaba a mejor, las puertas mejoraban situaciones.
Las misteriosas puertas giratorias sólo admitían a los altos cargos. Los cargos públicos de bajo rango y poder eran automáticamente rechazados. No se producía la conversión, las puertas actuaban como un ente inteligente. Los ministros y presidentes de Gobierno que dejaban la política, eran los preferidos de las puertas.
A veces se han producido atascos e incluso accidentes, porque los que entran empuja y los que salen tiran, produciendo la inmovilidad total de la puerta. En otras ocasiones el que entra no acierta a salir y vuelve al punto de partida.
También se ha dado el caso de que ha entrado un número excesivo al mismo tiempo. Si los que salen son pocos, los cuerpos de los entrantes queda atrapados entre las puertas y no pueden entrar hasta que los otros quieran salir. El problema se ha visto últimamente agravado, ya que son muchos los que quieren entrar y pocos lo que desean salir.
Los partidos políticos no han dado suficientes explicaciones, se habla de asunto clasificado, encuentros en la tercera fase e incluso de secretos de estado. Un conocido político realizó hace meses una declaración sibilina respecto a las mencionadas puertas: “A veces entramos y otras salimos”. El misterio sigue sin resolverse.
(*) En España, la incidencia del fenómeno ha sido considerable en los gobiernos de Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Tres de cada diez ministros que dejan la política, al cesar en sus cargos se embarcan en actividades en la empresa privada. Del Consejo de Ministros al Consejo de Administración, en muchos de los casos en labores de representación y tareas de lobby, aunque también de dirección.
Ex presidentes de Gobierno y altos cargos de las diferentes Comunidades Autónomas se han aprovechado igualmente de las “puertas giratorias”.