Autor: Titus Müller
Un oscuro secreto, un maestro del disfraz, la Inquisición, magos y un legado sagrado.
Munich, 1336. El oscuro pasado de Nemo está a punto de salir a la luz. Ha tenido que recurrir a varias identidades para huir de él, pero ya no queda tiempo. La verdad va a ser desvelada y, con ella, su peligroso secreto: el legado de los Cátaros.
Los cátaros (llamados hombres perfectos o buenos) fundaron un movimiento religioso-cultural en el S X. Aspiraban a un nuevo orden social a partir del ascetismo y el desapego a lo material. Perseguidos por la Iglesia y la Inquisición, fueron aniquilados a principios del S XIV.
Amiel de Ax, un cátaro que ha sobrevivido al acoso, se ha mudado a Munich para predicar las enseñanzas secretas. Tanto la Inquisición como Guillermo de Ockam, el célebre franciscano inglés que abogaba por la pobreza de la Iglesia, quieren destruirle. Nemo, se encuentra atrapado entre esos dos frentes, en medio de la encarnizada lucha por el legado sagrado de los hombres perfectos. Un thriller histórico sobrecogedor, donde el misterio nos transporta a una época tenebrosa pero fascinante.
En primer lugar me gustaría agradecer a VíaMagna su colaboración al habernos enviado el libro para su reseña. Puedo asegurar que es un libro que me ha encantado, cosa que últimamente no me sucedía con la novela histórica. Pero vayamos al grano. Todo parece apacible en la vida del comerciante Neuhauser hasta que un día un anciano llama a su puerta preguntando por Nemo, un nombre que no usaba desde hacía ya muchos años y que nadie, excepto unos pocos de su pasado, conoce. A partir de ese instante su vida cambia: es perseguido, encarcelado y acusado de herejía.
Así es como Titus Müller comienza su historia. Matilde, la hija de Nemo, visita a su padre durante su encierro exigiéndole una explicación: ¿quién es él realmente? Nemo retornará a su pasado para explicarle a su hija quién es y cuáles son los motivos que le han llevado a tan desesperada situación. A través de su narración, conoceremos a dos de los personajes principales de esta trama: Amiel de Ax, personaje ideado por la pluma de Müller y Guillermo de Ockham, personaje histórico que vivió durante los años en los que transcurre la novela y que Müller describe y utiliza con gran maestría para enriquecer y hacer fiable una trama que encaja a la perfección en su contexto histórico.
Titus Müller es un apasionado de la historia y lo demuestra en los apuntes con los que nos obsequia al final del libro y donde nos muestra los hechos en los que se ha basado para narrar esta historia. Su estilo es ágil, en ningún momento se hace pesado, a pesar de la cantidad de información histórica que transmite a lo largo de todo el escrito; su calidad es sorprendente, sus personajes fuertes y llenos de personalidad: desde Nemo, su protagonista absoluto hasta el último de los secundarios que rodean al cátaro Amiel de Ax. Un libro que nos instruirá sobre la historia de los cátaros y su misteriosa secta de los llamados perfectos. Una época tenebrosa en la que la inquisición se deleitaba en el poder que se le concedía para juzgar y condenar a aquellos que consideraban herejes; un libro que me ha hecho disfrutar de la historia como si de una aventura fascinante se tratase.