Llevo unos cuantos años con la misma compañía de teléfono, hasta aquí todo normal. El problema está, en que cada mes y como si se tratara de los datos de la oficina de empleo, mi factura se ha ido incrementando cada vez un poco más, teniendo contratados los mismos servicios. Aquí, Íker Jiménez tiene para hacer un programa entero.
Total, empiezo a mirar ofertas de otras compañías de teléfono y decido cambiar. A partir de aquí, parece que esté jugando a «tú la llevas». Me llaman de la nueva compañía, me ofrecen mejores servicios de los que tengo contratados. Me lo tengo que pensar porque debo ser un poco masoca pero aunque pague más me cuesta desprenderme de mi antigua compañía. Cuando ya lo tengo claro y decido cambiar, me llaman de la compañía que tenía contratada, y me ofrecen pagar menos de la mitad por casi los mismos servicios que tengo contratados. Aquí es cuando se me queda cara de tonta y pienso, he estado pagando el doble y ¡ahora que me voy a cambiar me ofrecen esto! Y para más inri la teleoperadora me dice que es normal, o sea, me confirma que sí soy tonta.
En definitiva, me he dado cuenta que para no pagar de más y no parecer tonta, tienes que ser un poco promiscuo con las compañías de teléfono. Por si os sirve de algo y os ha pasado como a mí, ya sabéis, sed promiscuos con vuestras compañías de teléfono, vuestra cuenta corriente os lo agradecerá.