Una forma más fiable de estimar el tamaño del megalodón muestra que el tiburón extinto puede haber sido más grande de lo que se pensaba, midiendo hasta 65 pies, casi la longitud de dos autobuses escolares. Estudios anteriores habían estacionado al depredador masivo de aproximadamente 50 a 60 pies de largo. La estimación revisada es el resultado de nuevas ecuaciones basadas en el ancho de los dientes del megalodón.
Durante más de un siglo, los científicos han intentado calcular el tamaño del megalodón, cuyo nombre significa "diente grande". Pero los únicos restos conocidos del temible tiburón que dominó los océanos desde hace unos 23 a 3,6 millones de años son dientes fosilizados y algunas vértebras raras. Al igual que otros tiburones, el resto del esqueleto del megalodón, incluida su mandíbula, estaba compuesto de cartílago ligero que se descomponía rápidamente después de la muerte. Sin embargo, el esmalte dental se conserva muy bien. Los tiburones megalodón arrojan miles de dientes durante toda su vida, dejando abundantes rastros de la especie en el registro fósil.
Los métodos más aceptados para estimar la longitud del megalodón han utilizado grandes tiburones blancos como un proxy moderno, confiando en la relación entre el tamaño de los dientes y la longitud total del cuerpo. Si bien los grandes tiburones blancos y el megalodón pertenecen a diferentes familias, comparten estilos de vida depredadores similares y dientes anchos y triangulares aserrados como cuchillos de carne, adaptaciones ideales para cazar mamíferos marinos grandes y carnosos como ballenas y delfines.
Pero estos métodos también presentan un desafío: para generar estimaciones de la longitud corporal, requieren que el investigador identifique correctamente la posición anterior de un diente fósil en una mandíbula de megalodón. Al igual que en los humanos, el tamaño y la forma de los dientes de tiburón varían dependiendo de dónde se encuentren en la boca, y los dientes de megalodón se encuentran con mayor frecuencia como fósiles independientes.
Los investigadores analizaron conjuntos de dientes fósiles de 11 tiburones individuales, que representan cinco especies, incluido el megalodón, sus parientes cercanos y los grandes tiburones blancos modernos.
Al medir el ancho combinado de cada diente en una fila, desarrollaron un modelo de qué tan ancho era un diente individual en relación con la mandíbula para una especie determinada. Ahora, cuando un paleontólogo desentierra un diente solitario de megalodón del tamaño de su mano, puede comparar su ancho con el promedio obtenido en el estudio y obtener una estimación precisa de qué tan grande era el tiburón.