Revista Baloncesto
Día de partido. Ronda de calentamiento. Unas sencillas bandejas y algún que otro tiro de media y larga distancia. Salto inicial. Su nombre no vuelve a figurar entre el quinteto de salida. Jan Vesely se acomoda en el banquillo y ve los minutos pasar desde su privilegiada visión de la cancha. Un partido más, suma un DNP en su estadística personal.
Llegó el jugador checo con todas las expectativas puestas en un tipo de 2.11 con pinta de Nowitzki. Nada más lejos de la realidad. Su pasado reciente en Europa despertó el interés en una serie de equipos de la NBA, que suspiran por conseguir una réplica del alero alemán, que tan buen rendimiento ha dado en su extensa carrera. Los ojeadores prestan mucha atención al talento que respire a una altura superior a los 2.10 con tiro lejano y con prestaciones cerca del aro. Por estos lares tenemos asumido hace tiempo que quien encaje en este perfil será drafteado pronto. Es el caso de Vesely, que disfrutó de su condición de líder en un exitoso Partizan de Belgrado y que ahora vive la cara más amarga de su avetura americana.
Al checo se le acusa de falta de agresividad. Lo hace su propio entrenador, Wittman, al que en el punto en el que se encuentran los Wizards le valdría casi cualquiera que quiera asomar el pie por detrás de la puerta. Está la franquicia capitalina sumida en una frenética búsqueda de identidad con bajas importantes, con un base que no lo es y que no se muestra cómodo en esa posición como Crawford, y con pivots como Okafor o Nene que no acaban de encajar en el proyecto. Es el escenario perfecto para demostrar tus condiciones sin demasiada presión para alguien como Vesely, que puede jugar de tres o de cuatro.
El checo gozó la temporada pasada de su condición de titular, a pesar de que sus promedios no iban en paralelo con el tiempo en pista. Se tuvo una paciencia que ya se agota. Son ya un puñado de partidos en los que no ha saltado a la cancha. Esto para un jugador elegido en el número 6 de un draft es duro.
Wittman espera que sirva como toque de atención, como colleja pública para que espabile y se convierta en el jugador que los Wizards quieren que sea. Dominante en el ataque y segunda o tercera línea ofensiva tras la vuelta de John Wall, al que le queda una parte de la recuperación de la grave lesión que sufrió.
No extrañaría que el checo se sume a la lista de traspasables. Eso si no está Washington negociando ya una salida satisfactoria. Todavía tiene Vesely cartel por venir del draft del año 2011. Lo que está claro es que su bombilla se ha apagado y precisa de alguien que le ayude a encontrar el interruptor. Su futuro NBA peligra. Tiene que demostrar que es válido para esta liga.