París, principios del siglo XIX. Periodo revolucionario. Una mujer de nombre Sofía, se había aficionado a las matemáticas después de leer la triste historia de cómo Arquímedes fue asesinado por un soldado romano, a pesar de que el general al mando de las tropas que sitiaban su ciudad había ordenado expresamente que se respetase su vida.
Pues bien; esta mujer de nombre Sofía, por su condición de mujer, tenía prohibida la entrada en las aulas universitarias, restringidas a los hombres. Así que tuvo que recurrir al ardid de disfrazarse de hombre para poder asistir a las clases y firmaba sus trabajos y aportaciones bajo el pseudónimo de Sr. Le Blanc.
Su talento matemático era indudable pese a su formación autodidacta. Y utilizó todos los medios a su alcance para demostrarlo. Uno de esos métodos fue el de mantener correspondecia con algunos de los matemáticos más insignes de la época; le envió varios artículos a Lagrange y se carteó durante varios años con Gauss.
Ambos acabaron por descubrir la verdadera personalidad que se escondía bajo el psudónimo de Sr. Le Blanc: Lagrange porque, impresionado por sus trabajos, pidió entrevistarse con él; a raiz de ello se convirtió en uno de sus principales mentores.
Gauss, sin embargo, seguramente le debe la vida a este misterioso personaje.
Esta mujer de nombre Sofía, era amiga personal del general Penerty, uno de los mandos de las tropas napoleónicas que invadieron Prusia, país en el que residía Gauss. Le pidió expresamente que cuidara de Gauss y que se ocupara personalmente de que nada le sucediera.
Seguramente, recordó el triste final de Arquímedes a manos de un ignorante mastuerzo soldado romano.
Y así fue. Llegado el momento, el general Penerty le comunicó a Gauss que debía dar las gracias a esta mujer de nombre Sofía por haberle salvado la vida. Gauss, al principio, no entendió nada, porque no recordaba conocer a ninguna mujer de nombre Sofía.
Al poco tiempo Gauss recibe otra carta del Sr. Le Blanc; y en ella le explica lo sucedido y descubre su verdadera personalidad.
Esta de mujer de nombe Sofía era, en realidad Sophie Germain, otra insigne matemática, conocida posteriormente por sus aportaciones a la teoría de números y, en concreto, sobre los números primos.
Y así es como Gauss se salvó de correr el mismo destino que su "antepasado" Arquímedes.
Gauss no pudo por menos que agradecer a Sophie Germain su labor, tanto en el terreno personal como en el matemático, con una carta cuyo texto decía:
Pero cómo describirte mi admiración y asombro al ver que mi estimado corresponsal Sr. Le Blanc se metamorfosea en este personaje ilustre que me ofrece un ejemplo tan brillante de lo que sería difícil de creer.
La afinidad por las ciencias abstractas en general y sobre todo por los misterios de los números es demasiado rara: lo que no me asombra ya que los encantos de esta ciencia sublime sólo se revelan a aquellos que tienen el valor de profundizar en ella.
Pero cuando una persona del sexo que, según nuestras costumbres y prejuicios, debe encontrar muchísimas más dificultades que los hombres para familiarizarse con estos espinosos estudios, y sin embargo tiene éxito al sortear los obstáculos y penetrar en las zonas más oscuras de ellos, entonces sin duda esa persona debe tener el valor más noble, el talento más extraordinario y un genio superior.
Esta anécdota la cuenta Ana Cerasoli en su libro "Los trucos de las fracciones", un delicioso acercamiento al mundo de las matemáticas, destinado a niños de primaria que comienzan a entrar "en contacto con las fracciones y aprenden a calcular cosas relacionadas con situaciones prácticas de su día a día".
Esta entrada participa en la Edición 5.1 del Carnaval de Matemáticas cuyo anfitrión es Tito Eliatron Dixit.
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Bibliografía:
• wikipedias de Arquímedes y Sophie Germain.
• Biografía de Marie-Sophie Germain.
• Marie-Sophie Germain, un número primo travestido de Sr. Le Blanc.
• Anna Cerasoli; Los trucos de las fracciones. Editorial Maeva young. Madrid 2012.