El Conde de Saint Germain es considerado un genio en el arte, la política y la alquimia. No hay registros de su nacimiento o documentos que justifiquen su identidad.
Entre sus facultades se contaba la capacidad de convertir el plomo en oro y de arreglar, por artes completamente desconocidas, cualquier piedra preciosa que tuviera alguna imperfección.
Nadie sabe de dónde salía este hombre ni de dónde sacaba su inagotable riqueza, que le llevó a codearse con lo mejor de la sociedad francesa, inglesa, rusa o belga. Su origen era otro misterio.
En la corte, el enigmático Conde de Saint Germain afirmaba ser inmortal y que su sapiencia procedía de un lugar remoto.
Franz Graffër, consignó en sus memorias que cierto día Saint Germain pronunció las siguientes palabras para posteriormente desaparecer:
"Desapareceré de Europa para ir a la región del Himalaya. Allí descansaré. Dentro de ochenta y cinco años se me volverá a ver".
Pero fue en la década de los 70 del siglo veinte cuando un personaje llamado Richard Chanfray apareció en la vida pública francesa, reafirmando ser el inmortal Conde de Saint Germain. Lo cierto es que consiguió, ante las cámaras de televisión, convertir el plomo en oro, sin que aparentemente se viera truco alguno.
Chanfray aseguraba que era inmortal. Durante muchos años tuvo a sus pies a todas las altas damas de la jet-set francesa; le hacían consultas además de dictar oráculos y vaticinios. Consiguió convencer a toda la alta sociedad de que era la reencarnación del conde de Saint-Germain.
Se hizo tremendamente conocido en toda Europa, sin embargo, muchas personas se preguntaron si realmente este hombre era lo que decía ser, o simplemente era un mentiroso más buscando fama y fortuna.
A pesar de afirmar que era inmortal como el supuesto Conde de Saint Germain, realmente Chanfray no lo era.
ería sin duda interesante el encontrar a alguien que realmente gozara de inmortalidad, pero sabemos que es imposible, ¿o no lo es?
¿Alguna vez escuchaste de este personaje?
Fuente: www.lanetanoticias.com.mx