La mentira es un camino corto y sencillo para conseguir algún objetivo sin esfuerzo, pero el precio que se paga a medio o largo plazo es muy caro.Se define la mitomanía como:Un trastorno psicológico consistente en mentir patológica falseando la realidad,llegando hasta el punto de no saber diferenciar una mentira de la verdad. Mentir es afirmar u ocultar alguna cosa con el fin de conseguir un beneficio, teniendo conciencia del engaño que se realiza. Se miente por miedo a una consecuencia desagradable, como una riña o una crítica, para desacreditar o dañar a alguien etc.
Todo el mundo ha mentido en alguna ocasión y por diversos motivos. Pero no todas las mentiras son iguales y tienen la misma gravedad, esto dependerá del grado de maldad y del egoísmo de la persona. Así nos podemos encontrar con mucho tipo de mentiras, de las que se dicen de forma espontánea y sin maldad y como una forma de integrarnos en el grupo, o simplemente de las que vienen de la mano de la fantasía, después están las que constituyen un engaño para hacer daño deliberadamente.La mentira en los niños:Naturalmente no podemos darle ningún valor a la mentira de los niños a diferencia de cuando mienten son los adultos. Los niños no han completado su desarrollo físico ni psicológico, y por tanto no tienen el mismo nivel ético que los adultos. Además los niños suelen basar sus mentiras en la fantasía, siendo esto un ingrediente para su desarrollo “una ilusión” no se puede considerar como una mentira. De todas formas si un niño miente mucho hay que hacerle comprender la realidad, confrontandole con sus mentiras y hacerle ver que la mentira no es buena a través del dialogo y una educación ética.
La mentira patológica: Cuando la mentira se utiliza con frecuencia se corre el riesgo de que se convierta en un hábito”lo tengo más que comprobado con un amigo”,cuanto más se miente más difícil se hace abandonar este mundo y a la vez se les hace imposible poder controlar toda la información errónea que han transmitido, y por lo tanto mantener una conversación con cierta coherencia es dificil. Cuando alguien miente tanto desconfiamos, sentimos recelo y la duda de sobre cualquier cosa que nos diga, llegando a crear un conflicto en las áreas de su vida, familiar, laboral, social,etc.A pesar de las consecuencias que acarrea sus mentiras siguen teniendo el impulso compulsivo de mentir con una cierta regularidad, y no por obtener ningún beneficio en concreto, sino por crearse una nueva realidad. Éstos casos son los que se denominan mentirosos compulsivos o mitómanos. El mitómano empieza con pequeñas mentiras,pero poco a poco esa mentiras ya no le satisfacen,y como los drogadictos que cada vez necesitan mas ,igualmente el mitómano siente la necesidad de agrandarlas y le va añadiendo ingredientes para hacerlas mas importantes.Al final entra en un circulo peligroso,si no quiere o no sabe reconocer y por lo tanto no trata de resolver el problema que tiene. Con las mentiras el mitómano trata de construirse una nueva realidad y para ello utiliza las mentiras de manera cotidiana sin tener en cuenta las consecuencias que pueden provocar. Como los alcohólicos o los drogadictos el mejor antídoto es la aceptación de lo que es. Cuando uno acepta lo que es y esta dispuesto a buscar ayuda profesional, y sobre todo juega limpio con el mismo,reconociendo sus puntos débiles y fuertes,tiene muchas posibilidades de curase.Por qué mentimos:
Para conseguir alguna cosa
Para evitar responsabilidades
Para justificar nuestro comportamiento en alguna ocasión
Por Miedo Para evitar alguna castigo por nuestro comportamiento
Para exagerar nuestras habilidades y conocimientos
Por tener una baja autoestima y tener la necesidad de la aprobación de los demás
Por sufrir algún trastorno psiquiátrico
Cómo ayudar aun mentiroso:
Haciéndole comprender el problema que tiene
No seguir su juego y no aceptar las mentiras
Confrontarlo con la realidad
Buscar ayuda profesional.