Ayer fue Día de Difuntos. Y hoy, como motivo de homenaje a uno de los grandes escritores del Romanticismo, Gustavo Adolfo Bécquer, Lugares con historia invita al viajero a recorrer un sitio especial que pergeñó y plasmó con su exquisita pluma en una de sus conocidas Leyendas: El Monte de las Ánimas, un lugar que realmente existe en Soria donde las almas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales. Bajo una aureola tenebrosa, la narración del escritor sevillano relata una historia de templarios y espíritus malévolos que se dejan ver cada noche de difuntos y que envuelven de sangre y misterio las muertes de los jóvenes Alonso y Beatriz, dos de los protagonistas.
Pero aparte de aparecer en la leyenda como uno de los lugares con más historia de Castilla y León, estremecedor, envuelto por la niebla y las luces fugaces vinculado a los caballeros templarios, el Monte de las Ánimas es mucho más que eso. Situado a las afueras de Soria y a orillas del río Duero, en realidad quienes allí deambulan son los corzos y jabalíes, pero el imaginario popular le ha otorgado un lugar destacado en los anales de la literatura romántica escrita en nuestro país. Y con razón.
Lo que queda del precioso claustro de San Juan de Duero./Marlene VD
La leyenda de Bécquer también referencia otros lugares próximos al monte, como el espléndido monasterio de San Juan de Duero, el convento de San Polo, del que hoy solo se conserva su iglesia, la propia ciudad de Soria o el monte Moncayo, ubicado en el límite de las provincias soriana y zaragozana. Todos de obligada visita. El viajero se puede organizar una estupenda ruta turística por Soria que le permita revivir, como un protagonista más, aquella inquietante historia que permanece en el recuerdo.
Existen pocos lugares tan bellos y melancólicos como las ruinas del claustro de San Juan de Duero, los arcos de San Juan de Duero, como lo llaman. Aquí levantaron los caballeros hospitalarios de San Juan de Jerusalén un monasterio en el siglo XII. Sus parajes inspiraron la leyenda de Bécquer. El monasterio se arruinó en el siglo XVIII y fue despojado de muchos de sus elementos, pero aún se conservan la iglesia y el claustro. Este tiene forma de cuadrilátero irregular con esquinas achaflanadas, único del románico peninsular, con sus cuatro ángulos diferentes. Una parte es muy románica y otra bastante gótica. Es un claustro muy evocador, con un verde césped que contrasta con la piedra y con el cielo azul donde en su día hubo una techumbre.
Las almas y espíritus de los templarios aparecen en el paraje soriano la Noche de Difuntos.
El monasterio de San Polo (siglo XIII), en la orilla izquierda del Duero, solo conserva su iglesia de una sola nave y cabecera plana. De origen templario, las dos puertas de la nave aparecen unidas por un corredor que permite acceder a la ermita de San Saturio. Este monasterio quedó inmortalizado en la literatura por Antonio Machado, y a Bécquer le inspiró la leyenda de El rayo de luna. A la ermita de San Saturio se llega desde San Juan del Duero por un camino paralelo a la orilla izquierda del río. El viajero amante del esoterismo debe fijarse en los distintos símbolos que hablan del lenguaje oculto del Temple.
En el lado opuesto del Duero el viajero puede visitar, si sube una empinada cuesta por detrás de la concatedral de San Pedro, un bello paraje desde los Cuatro Vientos, quizás el mejor observatorio de Soria. Por allí discurre una muralla medieval y también permite la contemplación de los restos de la ermita románica de San Ginés. Antes de llegar a Cuatro Vientos, se pasa por la ermita del Mirón, de interior barroco y rococó. Hasta dicha zona paseaba Machado empujando el carrito de su esposa Leonor, ya muy enferma.
Convento de San Polo.
Ya de la capital, El Monte de las Ánimas menciona la Puerta del Postigo, una de las entradas de la antigua muralla, la principal, que todavía se conservaba durante la época en que vivió Bécquer, la primera mitad del siglo XIX. También de soslayo aparece el Moncayo en la leyenda literaria del escritor andaluz, un escenario propio para otro tipo de fábulas en un escenario declarado Parque Natural. Si de montes con historia hablamos, aquellos volcanes canarios de Lanzarote que emergieron de las entrañas de la Tierra hace millones de años, también merecen un hueco en los anales.
Cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla en el Monte de las Ánimas. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras emiten horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Pese a que solo se trata de una leyenda, Lugares con historia recomienda al viajero hacer esta ruta en cualquier otra época del año. Por si acaso.
Dónde dormir: Soria Plaza Mayor; Pl. Mayor, 10; 42002 Soria (Castilla y León); [email protected]; teléfono: 975240864.
Dónde comer: Casa Garrido; Calle Manuel Vicente Tutor, 8; Soria (Castilla y León); teléfono: 975222068.