Así llamado aunque no se mueva… ¡eso le faltaba! Es un artefacto de reciente aparición que ya resulta imprescindible, omnipresente e incluso crea adicciones.
Habría que rodar una película titulada “Lo que el móvil se llevó”.
Ha liquidado la correspondencia escrita: desde aquellas cartas de amor primorosamente dobladas hasta las postales de los viajes pasando por las felicitaciones de Navidad. Tiene seriamente dañada a la prensa escrita y a los libros, también compite con el cine o el mundo de la canción.
A cambio ha traído conversaciones y mensajes en las redes con contenidos triviales en general, ha empobrecido la comunicación interpersonal. Yo creo que el balance es negativo. Pero es inútil lamentarse, ni se ponen puertas al campo ni freno a la tecnología.