El aura del Mundial de fútbol, el balón de la esperanza.
El aullido de la afición ahoga los llantos de sufrimiento y agonía del pueblo. Se percibe alegría en el ambiente, aunque sea tan sólo un destello, un oasis, o una ilusión.
Los llantos de los desconsolados se transforman a veces en aullido buscando oxígeno de esperanza y destellos de alegría para sobrevivir a la dura realidad.
Evadirse, soñar, oxigenar el alma y descubrir un destello de alegría fugaz.
“Llevo una vida muy dura, no sé si conseguiré comida para toda mi familia mañana, ver el partido me evade, me permite alegrarme, olvidarme, aunque sea por unos minutos, aunque sea una falsa alegría, por unos segundos se hace real, y es oxígeno que me da fuerza.”
Es el otro Mundial de Fútbol, el que juegan cada día la gran mayoría de personas en el mundo, marginadas por la sociedad, sin embargo, ellas se unen a la sociedad a través de la ventana de la esperanza a los gritos de GOL.
GOL, por un momento