Revista Cuba

El mundo cierra los ojos ante lo que ocurre en Venezuela

Publicado el 08 abril 2016 por Yusnaby Pérez @yusnaby
POSTVENEZUELA

Estamos siendo testigos de un Golpe de Estado perpetrado por el presidente Nicolás Maduro en Venezuela, donde el Tribunal Superior de Justicia está subordinado al ejecutivo, porque el mismo ejecutivo designó jueces que lo apoyaran incondicionalmente.

Fuimos testigos de una elección que dio un poder gigante a la Asamblea Nacional para tomar medidas democráticas que resolvieran la situación venezolana. Pero los marxistas crearon un escudo para bloquear cualquier acción que la Asamblea tomase.

Y si cuando se hicieron las elecciones, más de las dos terceras partes de los venezolanos votaron en contra del gobierno de Nicolás Maduro, encuestas recientes demuestran que hoy más del 80% de los venezolanos se oponen a su gobierno y desean su separación o renuncia.

Pero a pesar que en la democracia existe una división de poderes, hoy en Venezuela, con la excepción de la Asamblea Nacional que fue electa, el poder ejecutivo controla no solo el Tribunal Superior de Justicia sino al Consejo Nacional Electoral y desde luego al ejército donde el general Padrino Alvarado se ha puesto a las órdenes del presidente Maduro y no de la nación a la que debe defender.

Así, una a una han ido bloqueando todas las acciones que la asamblea Nacional, que fue electa democráticamente por la mayoría de los venezolanos ha tomado.  No solo bloqueó la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional. Maduro se negó a firmar la Ley y ahora le ha pedido a “su” Tribunal Superior de Justicia que la declare inconstitucional, y lo hará aunque no lo sea.

De igual manera, Nicolás Maduro bloqueará los intentos de modificar la constitución, de reducir su mandato y convocar a nuevas elecciones o de hacer un referendo revocatorio. A la vez ahora Maduro busca obtener poderes para disolver la Asamblea Nacional, o sea, disolver lo único democrático que queda en Venezuela.

Hasta un ciego vería  que todo eso son arbitrariedades contra el pueblo venezolano como lo son las que durante años han cometido los Castro contra el pueblo cubano.

El mundo libre ha acuñado la frase de que el problema político es de los venezolanos o de los cubanos en su caso. Pero desconocen que los pueblos pueden resolver sus problemas políticos cuando se les respeta el derecho a votar, a elegir y se respetan las decisiones democráticas. Cuando se utiliza la fuerza y la arbitrariedad para imponer situaciones por parte del grupo que ostenta el poder, no se puede decir que el problema es venezolano o cubano. Los Derechos Humanos son Universales.

Por eso, asegurar el respeto a los Derechos Humanos en los países compete a todo el mundo libre y al cerrar los ojos se vuelven cómplices de las arbitrariedades que cometen los dictadores que al saber que gozan de impunidad, no dudarán en seguir reprimiendo los deseos de libertad de los pueblos. De qué sirven las declaraciones de apoyo si las palabras se las lleva el viento. Yo no voy a sugerir un camino de acción, pero si voy a señalar que el mundo libre tiene la obligación de actuar. Ser promotores de la libertad y no cómplices de la represión.

Estamos plagados de organizaciones internacionales que de nada sirven. ¿Para qué existe la OEA? ¿Para que existe una Carta Democrática Interamericana? Podríamos poner muchas cosas, pero la realidad es que no sirven para nada y solo dan empleo bien remunerado a cientos de políticos ineptos, mientras los pueblos sufren.

Al mundo libre le faltan riñones para ayudar a los pueblos a que se respeten sus derechos, y eso duele.

¿Podemos llamarlos países amigos ante la indolencia que demuestran?


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