Cada cuatro años, durante los respectivos Juegos Olímpicos, el mundo del kayak se hace un hueco en las portadas de los medios de comunicación. Los periódicos llenan sus titulares con los triunfos de los atletas españoles de turno, los telediarios llenan sus espacios deportivos de entrevistas y reportajes sobre estos pero después de los éxitos olímpicos, llega el vacío.
El mundo del kayak, ese gran olvidado, a pesar de que es uno de los deportes que más se está popularizando en nuestro país en los últimos años. Entre los años 2013 y 2015 las licencias oficiales de piragüistas en España han aumentado un 49% situándose en los 9.601 palistas.
Este aumento se debe principalmente a dos factores: por un lado la motivación y el ejemplo que grandes atletas en el mundo del kayak proporcionan, como Maialen Chourraut, medalla de oro en la disciplina de slalom en los últimos juegos de Río, después de haber sido madre, y medalla de bronce en Londres 2012.
Por otro lado el auge de este deporte viene cogido de la mano de empresas como Portear.com, negocios que llevan años incentivando la práctica del piragüismo, actualizando día a día los productos de su catálogo para distribuir las marcas más punteras entre los palistas.
Pasados los juegos olímpicos de Río, se vuelve a temer lo mismo que en Londres 2012, una vez elogiados a nuestros atletas campeones, otros deportes de masas como el fútbol abarcan todo el panorama del periodismo deportivo y los medios de comunicación.
No obstante un cambio está aconteciendo en el panorama actual, la gente joven comienza a acercarse al mundo del kayak gracias a la popularidad que proporcionan las medallas pero sobre todo a las sensaciones que transmite el hecho de deslizarse con un kayak, ya sea por los rápidos de los muchos ríos de nuestras cuencas o en láminas de agua más tranquilas en disciplinas como la pista.
Grandes campeones como Maialen Chourraut, Saúl Craviotto, Marcus Walz o Cristian Toro han provocado un cambio de mentalidad en la sociedad española, haciendo visible un deporte que ensalza cualidades como la perseverancia, compañerismo y la cultura del esfuerzo.
No sabemos si esta nueva tendencia ha venido para quedarse, pero sabemos que es un soplo de aire fresco que se incentiva el mundo del piragüismo, y esperamos que perdure en el tiempo y haga que más gente se acerque a este hermoso deporte.