La aflicción que sufre este planeta por el pecado es grande, pues a lo malo le llaman bueno y a lo bueno, malo; la tierra esta enferma; y no hay excusa para entender que hay un Salvador: Jesucristo, que está a las puertas de su venida; las señales de las cuales se habla en las Sagradas Escrituras se están cumpliendo.Su presencia se manifiesta en el firmamento, en toda la naturaleza, y en nuestro propio ser, ¿Cómo desconocer la mano creadora de un Dios Todopoderoso? nuestra propia conciencia lo confirma. No hay excusa para el desconocimiento de nuestro Salvador Jesucristo. Es la dureza del corazón y las fuerzas antagónicas de las tinieblas que han velado los ojos espirituales para que la luz de Cristo no resplandezca en los corazones. Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo.Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.Hebreos 3:12-13Acerquémonos a ese maravilloso Dios y Padre a través de su Hijo Jesucristo con un verdadero arrepentimiento confesando con los labios que Jesucristo es el Señor.CRISTO VIVE Y REINA.Un abrazo y muchas bendiciones.
