El mundo que Jones creó
"—¿Alguna vez ha visto a Jones?—Varias veces —respondió Cussick—. Lo conocí cara a cara, antes de que montara su organización, antes de que nadie supiera de él.
—Cuando era sacerdote —reflexionó Rafferty—. Con su propia iglesia.
—Antes de eso —insistió Cussick mientras recordaba."
Fragmento de El mundo que Jones creó de Philip K. DickEl mundo que Jones creó de Philip K. Dick es un clásico de la ciencia ficción que he tenido la oportunidad recientemente de leer y que se aleja bastante de lo que suelen ser mis lecturas, pero que ha sido un placer descubrir. Hacía tiempo que quería zambullirme en alguna novela de Dick, padre de la ciencia ficción y más conocido actualmente por las adaptaciones cinematográficas y televisivas de sus obras, como: Blade runner o The Man in the High Castle.
El mundo que Jones creó, escrita en los cincuenta y ambientada en el futuro, más concretamente en los noventa y en Estados Unidos, nos presenta un mundo transformado por los estragos de una guerra nuclear que ha dejado graves secuelas en la sociedad. Muchas personas han sufrido alteraciones en si genética y han terminado naciendo mutantes. Queriendo aprender de los errores cometidos se ha impuesto a toda la población una filosofía de vida conocida como relativismo: cree en lo que quieras mientras no trates de hacer que otros te sigan. Justo este punto que le ha llevado a la "paz", ha sido quebrantado por un individuo muy peculiar, Floyd Jones, que tiene la asombrosa capacidad de ver el futuro un año antes de que suceda y que se ha erigido cual mesías contra el sistema imperante. Él y sus seguidores encarnan a una especie de grupo terrorista que busca imponer su propio modo de concebir el mundo y que consigue cada vez más adeptos. Cussick, un agente del Gobierno, será el encargado de darle caza y de evitar que todo se desmorone por su culpa. Al mismo tiempo, el Gobierno trabaja con unos extraños seres resguardados en un medio imposible y artificial especialmente creado para ellos, con el fin de mandarlos a Venus y usarlos como repobladores para el ser humano allí.
Así expuesto puede sonar todo muy rocambolesco, sin embargo, Philip K. Dick logra, en una novela bastante breve y de ágil lectura, que todo encaje y cobre sentido. La trama no da tregua al lector, el modo pulcro, directo y descriptivo de su autor narrativamente te atrapa, así como su inagotable imaginación. Consigue mezclar a la perfección ciencia ficción, filosofía, política y fanatismo. Con un envoltorio a simple vista imposible (mutantes, alienígenas, ultra tecnología...), refleja a la perfección los peores rasgos del ser humano y de la sociedad en su conjunto y, ejemplifica a la perfección cómo una simple chispa (encarnada por Jones) puede traer el caos y la violencia hasta en los entornos más "controlados".
El mundo que Jones creó de Philip K. Dick ha sido una lectura muy diferente, con muchas lecturas e interpretaciones y aunque, tal vez, este no sea el género en el que más cómoda me siento leyendo, tampoco puedo decir que no haya disfrutado de mi incursión en él y de la prosa de este autor. Los amantes de la ciencia ficción no pueden escoger mejor título y quienes quieran iniciarse en el mismo, encontrarán en esta novela una muy buena opción lectora de mano de uno de los grandes del género. ¡Mil gracias a Babelio y a la editorial Minotaruo por el ejemplar!
Título: El mundo que Jones creó
Autor: Philip K. Dick
Traducción por: Juan Pascual Martínez Fernández
Género: Ciencia ficción
Editorial: Minotauro
Formato: Papel
ISBN: 978-84-450-0600-9
Páginas: 208
Precio: 18,95 € (Papel)
Argumento: Precognición, un mundo gobernado por el relativismo y medusas alienígenas gigantes. El mundo que Jones creó es un clásico de Philip K. Dick que toma reflexiones filosóficas profundas y les infunde una acción trepidante.
Floyd Jones siempre ha podido ver exactamente lo que sucederá en su futuro a un año vista; un regalo y una maldición que comenzó un año antes de que naciera. Como un adivino en un carnaval post-apocalíptico, Jones es una fuerza poderosa, y puede ser capaz de alejar a la sociedad de su relativismo paralizante.
COMPRAR