ilustración de J.A. Manzanedo para La Puerta de Ishtar
La brujería en Kishar es más una serie de rituales que los hechizos propios de un mago. El aprendizaje de un ritual no es algo fijo ni restringido, pero requiere que se tenga la Ventaja Mayor Trasfondo Arcano y que el personaje tenga el rango adecuado. Una vez cumplidas estas condiciones, un personaje puede aprender rituales leyéndolos de un pergamino, si sabe leer; mediante sueños influenciados por algún Igigu, en cuyo caso no hace falta que sepa leer sino que sea lo suficientemente inteligente como para entender lo que el Igigu le ha transmitido; o bien que otro brujo se lo enseñe. Así, para aprender un ritual, simplemente se debe encontrar una forma plausible de que el personaje lo aprenda, o que la forma vaya a él. Obviamente, los Awilu poseen mayor ventaja en este campo al ser los únicos instruidos en el arte de la escritura y la lectura.Una vez que el ritual es aprendido, cumpliendo los requisitos para ello, y el brujo cumple con todos los pasos para su ejecución, se realiza una tirada de Brujería (Espíritu). Esta nueva habilidad, que deben tener todos los brujos, representa la voluntad del brujo para romper el velo de la realidad y que sus rituales sean exitosos. A esta tirada habrá que aplicarle el modificador de hechizo. Al igual que en otras tiradas, los dados pueden explotar. Por cada aumento conseguido se aumenta el efecto del hechizo a elección del brujo, ya sea en duración, alcance, daño, etc…Además de los posibles aumentos que se logren al realizar la tirada, el brujo puede aumentar el poder de un ritual mediante sacrificios. Estos sacrificios ayudan a alimentar el poder de los Igigu y, en consecuencia, el del propio ritual. Cada sacrificio adicional proporciona un +1 a la tirada de lanzamiento del hechizo. Si un ritual requiere, entre sus varios ingredientes, la realización de un sacrificio, este no contará a la hora de otorgar bonificadores al lanzamiento.
Por supuesto, la brujería tiene sus efectos secundarios. Estos vienen en forma de corrupción, la terrible influencia de los Igigu. Hay varias formas de que un brujo se corrompa:
- Sacrificios: Cualquier sacrificio que se realice para aumentar las probabilidades de éxito a la hora de ejecutar un ritual, conlleva puntos de corrupción. Tras realizar la tirada de Brujería (Espíritu), haya tenido éxito o no, deberá realizar una tirada de Espíritu. Si se supera el chequeo el brujo gana 1 punto de corrupción, o 0 si se logró uno o más aumentos. Si se falla la tirada, el brujo gana tantos puntos de corrupción como la mitad de los sacrificios que haya realizado, redondeando hacia abajo. Si se obtiene un 1 en el dado de característica y un 1 en el dado salvaje, el brujo sufre tantos puntos de corrupción como sacrificios haya realizado.
- Los Ojos de la serpiente:Si al realizar el ritual, en la tirada sale un 1 natural en el dado de habilidad y un 1 natural en el dado salvaje, el ritual no tiene efecto y el brujo recibe tantos puntos de corrupción como modificador al lanzamiento tenga ese ritual.
- Suplicar: A la hora de realizar un ritual, un brujo puede suplicar a los Igigu que le ayuden a alcanzar el éxito y que su ritual surta efecto. Esto se traduce en que el brujo obtiene un punto de corrupción por cada punto que necesite hasta llega a 4. Un brujo puede suplicar aunque haya obtenido los Ojos de la Serpiente, en cuyo caso sus efectos corruptores se suman.
Así quedaría la brujería, tal y como yo la veo, en El Salvaje Mundo de Kishar. Vuelvo a repetir, como ya lo hacen en La Puerta de Ishtar, que esta brujería funciona mejor con pnj, y mucho mejor si estos pnj son grandes enemigos.