El color verde, el trébol, los desfiles con música y baile y la cerveza con los ingredientes con los que Irlanda ha conquistado el mundo con la celebración de su patrón: San Patricio, un misionero católico que fue secuestrado de joven por piratas y trasladado a Irlanda, donde una vez en libertad decidió hacerse sacerdote y regresar a la isla para convertir a sus captores, logrando expandir el cristianismo de manera rápida y efectiva y desechar las creencias paganas de los habitantes locales…
Además de ser el patrón de Irlanda, se celebra por todo el mundo, ya que el irlandés ha sido un pueblo tradicionalmente emigrante, de ahí que sus colonias se cuenten por decenas en ciudades como Boston, Nueva York e incluso Tokio, donde también se celebra este importante día. Y para saber los motivos de la celebración de éste día nos teneos uqe remontar a unos 1.500 años atrás.
San Patricio fue un santo cristiano que, en realidad, se llamaba Maewy Succat. Nació en el año 387 en un pueblo del norte de Britania, la actual Escocia, muy cerca del famoso muro de Adriano. Fue hijo de un decurión romano llamado Calpurnius que, además, también era diácono cristiano. Es decir, que tuvo una posición social elevada y destacada desde su nacimiento.
El joven Maewy Succat fue secuestrado por piratas irlandeses que lo llevaron prisionero con solo 16 años, convirtiéndolo en esclavo. Durante seis años, el joven estuvo retenido hasta lograr escapar y alcanzar costas francesas. Y allí fue donde se ordenó como sacerdote. Fue entonces cuando adoptó el nombre de Patricius. Tras unos años por tierras galas, decidió retornar a Irlanda, no a su Escocia natal, para predicar el Evangelio cristiano. Y allí permanecería el resto de su vida hasta su muerte un 17 de marzo del año 461, a la edad de 74 años. Y de ahí que cada 17 de marzo se celebre su patronazgo irlandés.
San Patricio ganó fama en las tierras irlandesas, de ahí que acabase como patrón del país. Pero, además, comenzaron a nacer leyendas alrededor de su figura. Por ejemplo, la del trébol de tres hojas. Y es que el santo usó esta hoja para enseñar el misterio de la Santísima Trinidad a los clanes paganos del país. Así les contaba cómo el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo podían ser tres elementos diferentes que eran parte de uno solo. Realmente el color tradicional de San Patricio era el azul. El verde no se empezó a asociar con este día hasta el siglo XVIII, cuando el color de los tréboles que llevaban los independentistas irlandeses se identificó con este santo.
La ola verde
Cuenta la leyenda que San Patricio liberó a la Isla Esmeralda de una plaga de serpientes. Parece que debido a ello en toda la isla no existe serpiente alguna. Aunque todo apunta a que se deba al aislamiento con el continente europeo.
Irlanda sin dudas se ha conocido por ser la “Isla Esmeralda” pues, es patria de eruditos y santos. Famosa por culturas, leyendas, mitos, y consumos de alcohol. No ha sido extraño que el país fuese muy verde, precisamente en el año 2007 Irlanda sufrió una lluvia que duraría 40 días seguidos. En la década de 1830 debido a una plaga en el cultivo de patatas, la población irlandesa disminuiría por dos millones de personas.
Este año se cumplirán diez de la original ola verde que tiñe de verde esmeralda los lugares más destacados de todo el mundo, como el Coliseo de Roma, la Ópera de Sydney, la torre de Pisa, las Cataratas del Niágara, el Empire State Building de Nueva York, el Cristo Redentor en Río de Janeiro, el castillo de la Bella Durmiente en DisneyLand París o incluso el icónico cartel de bienvenida de Las Vegas, entre otros.
El desfile
El primer desfile en honor a este santo no fue en Irlanda sino en Estados Unidos. En la ciudad de Boston tuvo lugar el primer desfile en 1737, y no llegó al país europeo hasta 1931. La fiesta de San Patricio no siempre se relacionó con cerveza. De hecho, en el año 1903, el parlamento irlandés reconoció el Día de San Patricio como fiesta religiosa y obligó a que los ‘pubs’ cerraran por ese día. La obligatoriedad de cierre fue revocada como ley en 1970, y hoy en día, San Patricio en una fiesta nacional.
El ‘país esmeralda’ honra a san Patricio con cuatro días de celebración. La capital, Dublín, se transforma en una ciudad verde y las calles se inundan de música y bailes, convirtiendo el desfile temático de tres kilómetros por sus calles en un atractivo turístico para miles de visitantes que viajan estos días para participar en él. Los carruajes decorados y los disfraces de duende portando un trébol, como símbolo de suerte y abundancia, son irrenunciables para los participantes.
Pero al ser una fiesta que ha traspasado fronteras, el desfile del Día de San Patricio más grande del mundo no tiene, curiosamente, lugar en Irlanda, sino en Nueva York, en el que participan cada año más de dos millones de personas. Y todo porque el 17 de marzo de 1762, cuando Irlanda no existía como país independiente y Estados Unidos aún eran un pequeño grupo de colonias bajo dominio británico, se celebró el desfile de San Patricio más antiguo del mundo allí, y que en la actualidad recorre durante horas Manhattan.
Otra celebración peculiar tiene lugar en Chicago donde, desde 1962, el río te tiñe de verde durante unas horas debido a la pintura vegetal ecológica que arrojan en él para homenajear a san Patricio.