Revista Cine
El mundo sigue. Verás maltratados los inocentes
Publicado el 10 julio 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mmTítulo original:
El mundo sigue
Año:
1963
Fecha de reestreno:
10 de julio de 2015
Duración:
115 min
País:
España
Director:
Fernando Fernán Gómez
Reparto:
Lina Canalejas, Gemma Cuervo, Fernando Fernán Gómez, Milagros Leal, Agustín González, Francisco Pierrá, José Morales
Distribuidora:
A contracorriente Films
‘El mundo sigue’, joya incontestable del cine español, es conocida por ser la “película maldita” del reconocido director de culto Fernando Fernán Gómez. Maltratada y olvidada en su limitadísimo estreno, ha tenido que pasar medio siglo para poder verse ensalzada al lugar que merece dentro de nuestra cinematografía. Una película que destaca ante todo por la valentía de poner sobre la mesa una realidad imperante en la época y que, pese a lo que se pudiera pensar, ha llegado maquillada hasta nuestros días.
Es lógico que suscitara el recelo de los órganos censores del Franquismo, no solo por poner sobre la mesa temas tan peliagudos como la violencia de género, el aborto, la ludopatía o el abandono conyugal, sino por su fiel retrato de la miseria, una pobreza económica y social que hace proliferar los más profundos y arcaicos de los sentimientos: la envidia, el odio y el rencor. En una época donde el cine de charanga y pandereta, que ensalzaba las glorias nacionales y dejaba a un lado cualquier atisbo de crítica a la difícil situación imperante, llegó ‘El mundo sigue’, intenso melodrama de corte costumbrista inspirado en una novela de Juan Antonio Zunzunegui que retrata la historia de rivalidad entre dos hermanas que buscan el ascenso económico y social.
De esta manera, se pone de relieve la situación de sumisión de la mujer. En una sociedad patriarcal, donde la mujer no tiene la oportunidad de prosperar sin el apoyo del hombre, Eloísa y Luisita compiten por ser capaces de prosperar en la vida y cumplir sus sueños y aspiraciones. Esta ambición solo se ve cumplida por aquella que es capaz de liberarse del yugo y manipular a su antojo al género opuesto, mientras que aquella que acata las normas morales y no logra transgredirlas se ve abocada hacia un trágico final propiciado por el resto de personajes, pero sobre todo por ella misma. “Verás maltratados los inocentes, perdonados los culpados, menospreciados los buenos”, reza la cita que abre el filme.
Fernán Gómez se atreve con un material duro, de gran osadía argumental, en el que llama la atención que, a diferencia de la línea predominante en su día, se atreve a dejar que el “mal” triunfe sobre el “bien”, que la mujer libertina que al mismo tiempo impone su libertad ante el ambiente opresor sea la que logre su objetivo y no tenga que pagar por sus pecados por el bien de un final moralizador. Entre toques de humor, ambiente costumbrista y lenguaje castizo, también encontramos una historia menor, pero no por ello menos interesante, ejemplificada en el único personaje principal masculino. Un hombre sin autoridad que pone todas sus esperanzas de prosperar en la vida en el sueño de ganar la lotería, pero fiel a su espíritu trágico, ni esta aspiración puede llegar a alejarlo de la miseria que parece formar parte de su destino.
En el plano actoral destacan con luz propia los tres actores principales: Lina Canalejas, Fernando Fernán Gómez y Gemma Cuervo. Especialmente interesante esta última, con un personaje fuerte y diferente, que será toda una sorpresa para todos aquellos que no conozcan el laureado pasado teatral de la actriz. Entre los personajes secundarios destacan Doña Eloísa (Milagros Leal) y Don Andrés Fernández Coello (Agustín González), dos almas bondadosas que se erigen como auténticos supervivientes de una sociedad corrompida. A esto se le unen unos recursos cinematográficos innovadores para el tipo de cine funcional que se realizaba en los años sesenta, destacando la conocida escena de las escaleras. En definitiva, toda una rareza que recuperar. 9/10