El mus negro, ganar con el factor sorpresa

El mus negro, es decir, el mus con mucha jugada, lo daremos siempre que vayamos perdiendo el juego y de mano auténtica, no de compañero de la mano. ¡Ojo!, perdiendo y no ganando, al contrario de lo que la mayoría de las parejas suelen hacer.

El objetivo de esta estrategia es sorprender al rival, hacer algo que no se lo espere, que nos considere flojos y que piense que nos hemos entregado, y para ello lo haremos yendo por detrás en el marcador y cuanto más perdidos estemos mayor será la sorpresa.

El mus negro lo jugaremos con unas jugadas determinadas, no con cualquiera. Estas jugadas son aquellas de fácil descarte y, aunque la pareja rival se dé mus, la jugada posterior será nuestra de todas formas.

Ejemplo de mus negro con jugada: EL rival tiene 30 chinos, y nosotros, 10. Tenemos de mano 3 reyes, As (solomillo) o, en su defecto, medias con 31 ó 2 reyes, caballo, As. Si la pareja rival corta el mus, podremos atacar con órdago a todo excepto a la chica y, si se da mus, tendremos fácil descarte ya que nos tiraremos del AS y, salga la carta que salga, conservaremos buenos pares con juego. No nos habrá hecho falta coger la 31, ya que echaremos órdago a juego de todas formas. Debido a la desventaja en el marcador, la pareja rival no nos querrá el órdago y si lo hace, en ese caso sería muy difícil explicar por qué vamos por detrás en el marcador.

Otro mus negro, más dudoso y no tan recomendable, aunque puede ser eficaz, es el de duplex de Reyes y Ases, ya que tendríamos un buen descarte en principio porque que nos valen las figuras (haremos 31) y los Ases nuevamente (haremos duplex de nuevo). Pero este mus tiene el riesgo de que nos toque cualquier otra carta con lo que nos quedaremos un poco desvalidos.

En definitiva, el mus negro, en general, no solo nos permitirá sorprender al rival si corta el mus o defender la jugada si no lo hace, quedándonos con todos los chinos, sino que además creará pavor en los rivales cada vez que nos demos mus.