Rochefort fue durante los siglos XVII y XVIII uno de los grandes arsenales de la marina francesa en su intento de competir con la inglesa. El Museo de la Corderie Royale se completa con los diques de construcción y con el Museo de la Marina para dar idea de la relevancia de la ciudad en su apogeo.
Si las cuerdas muestran uno de los aspectos relevantes a los que no solemos prestar atención otra curiosidad son los talleres de escultura. Conocidos son los mascarones de proa que adornaban las inmensas naves de madera pero no eran los únicos elementos decorativos que salían de los talleres: mostramos un bello panel con instrumentos matemáticos útiles para la navegación.
Rochefort ha decorado algunos lugares con pinturas como el conocido y matematizado Hombre de Vitruvio. Si sitúa detrás de la Torre de Señales y al lado de los diques.