El próximo día 27, a tan solo una semana escasa desde que se escriben y publican estás líneas, el Museo Picasso de Málaga (MPM) cumplirá su décimo aniversario de vida siendo un referente en la oferta cultural de la capital.
Los datos ofrecidos por la gerencia de la pinacoteca no dejan lugar a la duda. Más de 3,5 millones de personas han visitado sus instalaciones en estos diez años de los que más de la mitad, (64%), han sido residentes extranjeros. A las actividades pedagógicas realizadas, en muchas de las cuales han participado escolares de toda la provincia, se han incorporado cerca de 300.000 personas. Como media, en cada uno de los años abierto al público, se han ofrecido casi 4 exposiciones temporales y los amantes de Picasso han podido observar más de 750 obras del pintor, procedentes de colecciones privadas así como de otros museos.
Durante la próxima semana, y más en concreto los días 26 y 27, que a su vez coinciden con el cambio de horario, el museo tendrá un acceso ininterrumpido y gratuito en el que, dentro de un amplio programa aniversario, se realizarán actividades gratuitas relacionadas con la música, títeres, itinerarios, concursos de pintura al aire libre y tres exposiciones temporales: “Once obras invitadas”, “Hilma af Klint. Pionera de la abstracción” y “Los museos franceses: del Louvre al Centro Pompidou”.
El museo se ubica en un edificio renacentista del siglo XVI, el Palacio de Buenavista, sito en c/ San Agustín nº 8 donde se también se efectúa visita en su interior a los restos fenicios que se hallaron al realizar la reforma del palacio. Su colección permanente nos hace ver un amplio espectro de la obra artística del genio: un total de 233 obras, entre grabados, esculturas, cerámicas, dibujos y, por supuesto, cuadros.
Para todos aquellos que en la próxima semana no puedan disfrutar de este especial aniversario deben saber que en su próxima visita a Málaga, Capital de la Costa del Sol, no pueden dejar de anotar en su agenda que el Museo Picasso de Málaga es una visita imprescindible que debe realizarse. Esta vez mi clásica despedida va a ser modificada parcialmente. Brindemos, levantando imaginariamente nuestra copa: ¡ Salud, Museo Picasso. Por y para siempre ¡.