Afrodita, diosa del amor y del deseo, nació de la espuma del mar. Los tritones y las náyades la llevaron sobre su concha hasta las costas de Pafos, en la isla de Chipre, donde estableció su residencia. Ha sido representada en las artes por numerosos artistas, como Sandro Botticelli en su "El nacimiento de Venus", donde Afrodita es transportada a la orilla de la playa, sobre su concha, por efecto de Cloris y Céfiro, el Viento del Oeste, y una hora (una personificación de la naturaleza) espera en la orilla para tapar a Afrodita con un manto.