En su primera clase de arte, Rebecca Grant (Un mes para seducir a una dama-MV6) alude a un cuadro: EL NACIMIENTO DE VENUS, generando gran sorpresa, y algunas risas, entre sus compañeras ya que representa a una mujer desnuda. Días después el profesor, Alfred MacArthur, trae una lámina para que las alumnas aprecien y estudien la obra.
El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli corresponde al Quattrocento italiano. Está realizado al temple sobre lienzo y mide 278,5 cm x 172,5 cm. Se conserva en la Galería Uffizi de Florencia. Hoy día se desconoce la fecha exacta de su realización, aunque se cree que fue entre 1482 y 1485, después de la estancia en Roma de Botticeli. Tampoco se sabe con certeza quien encargó la obra, aunque se suponía que fue un miembro de la familia Médici.
En su tiempo fue una obra revolucionara ya que representaba el desnudo de una mujer sin que estuviera justificado por algún concepto religioso. Su interpretación iconográfica se vincula con la Academia Platónica Florentina (circulo intelectual patrocinado por la familia Médici).
La interpretación de la obra está relacionada con el neoplatonismo y con un concepto idealizado del amor. Donde la figura de Venus se desdobla en dos: la Venus celeste y la terrenal. Simbolizan el amor espiritual y el material (derivado de la teoría que Platon introduce en el Banquete sobre las almas divididas). La inspiración de Botticelli cabe buscarla en fuentes literarias como las obras clásicas de Ovidio y Angelo Polizinao.
Este cuadro fue revolucionario porque su tema era exclusivamente mitológico y representaba un desnudo, algo no muy bien visto en la época. La modelo fue Simonetta Cattaneo (de casada Simoneta Vespucci) joven de gran belleza y que apareció en otras obras del autor, convirtiéndose en prototipo de belleza del Renacimiento quattrocentista.
El cuadro no representa el nacimiento de Venus, sino cuando la diosa llega, sobre una concha, a una isla. Según el mito la diosa fue transportada por el dios del viento del oeste, Céfiro, hasta la tierra y acogida por una de las Horas, las diosas de las estaciones, se supone que es primavera, quien la viste. Botticelli se centra en el surgimiento de la diosa del mar y su llegada a la tierra impulsada por los vientos en medio de una lluvia de flores que simbolizan la fecundación.
En la escena de Botticelli, Céfiro que insufla un soplo de viento a Venus, aparece a la izquierda, porta en brazos a Cloris, su consorte (Flora en la mitología romana), la diosa de las flores y los jardines. Las flores que parecen caer del cielo son rosas, la flor del amor.
Nuria Rivera