El nadador

de Joakim Zander.

Podría decir y me creeríais que este libro me toco en un sorteo en cualquiera de los tres o cuatro blogs en los que se sorteaban  cinco ejemplares. Pero no fue así. Con las ganas de participar en su lectura conjunta que tenía y a pesar de la cantidad de ejemplares que se sorteaban, no me hice con él. Por eso puedo decir que fue un libro buscado a tope y que no me arrepiento en absoluto de lo que me he encontrado con su lectura conjunta.



Título: El Nadador.Autor: Joakim Zander.Editorial: Suma de Letras, 2014.Páginas: 440.

Resumen oficial.
El único thriller que necesitas leer este año. Culpa. Expiación. Venganza. El pasado siempre acaba por alcanzarte.
Una tórrida noche en Damasco a principios de los años ochenta. Un agente estadounidense abandona a su bebé a un destino incierto, una traición que jamás se perdonará y que será el comienzo de una huida de sí mismo. Hasta que ya no se pueda esconder de la verdad. Hasta que se vea obligado a tomar una decisión crucial.
Treinta años después, Klara Walldéen, una joven sueca que trabaja en el Parlamento Europeo de Bruselas, se ve envuelta en una trama de espionaje a nivel internacional en la que está implicado su antiguo amante y exmiembro de las fuerzas especiales del ejército sueco, Mahmoud Shammosh. 
De la noche a la mañana, Klara y Mahmoud se convierten en el objetivo de una cacería que se desarrolla por la Europa invernal, un mundo donde las fronteras entre países se han vuelto igual de borrosas que la línea que separa a aliado y enemigo, verdad y mentira, pasado y presente.
El nadador es una novela de intriga que habla de deudas y desagravios. De la importancia y el peso del pasado. Y de que, al final, nunca puedes escapar de la persona que eres.
Impresión personal.
El nadador es un verdadera thriller trepidante y ágil (a veces demasiado) lleno de intriga y misterio sobre la historia de un espía americano que en 1980 sufre un atentando fallido en Damasco que se llevará por delante a su mujer y que se verá obligado a entregar a su hija para poder continuar con su trabajo. Una novela sobre conspiraciones de servicios secretos estatales donde prima la mentira y lo escondido entre ellas y dentro de ellas y donde de una manera importante ya predomina la intervención del sector privado, un sector privado aún con menos escrúpulos que las propias agencias públicas.
La novela se desarrolla en dos espacios temporales con hechos diferenciados que al final convergen para lograr encajar todo el puzzle: una trama que se desarrolla en los años 80 tras el atentado del Nadador (el agente protagonista) y otra trama, en 2013, donde el protagonismo lo asume Klara Walldéen, secretaria de una eurodiputada en Bruselas que se ve envuelta en una trama de espías, misterio, muerte y venganza que no relaciona. La parte en que el Nadador es el protagonista está narrada en primera persona mientras la parte correspondiente a la actualidad se cuenta por un narrador omnisciente.
Partiendo de que la novela me ha gustado mucho y me ha entretenido más, le he visto dos "peros" o problemas. En primer lugar, al principio me he perdido bastante. No sé si es problema de la novela o mio porque en general los temas de espionajes me cuestan bastante. Aparecen de repente muchos personajes, en lugares distintos, en tiempos diferentes (pasado y presente), sin una presentación clara, sino que la tienes que intuir a lo largo de la historia, con narradores diferentes según de quien se trate, etc. y a mi, al menos me cuesta establecer la relación de los personajes con lo que les pasa y la relación entre ellos. A medida que avanzamos en la novela, esta sensación desaparece y empiezas a encajar las piezas del puzzle así que sólo es cuestión de paciencia y de no desanimarse para disfrutar del libro.
El otro "pero" que le pongo es el final. Es un final redondo, no lo niego, pero después de lo complicado de toda la trama anterior me ha resultado muy "facilón" para ser unos protagonistas especialistas en espionaje. Demasiados cabos sueltos cuando parece que los "malos" controlan hasta cuando respiras. No desvelo nada, pero bajo mi punto de vista se dejan sin controlar cosas y personas muy obvias para llegar a ese final tan precipitado. Redondo pero precipitado.
Salvando estos "problemillas", la novela merece la pena. Unos personajes muy bien dibujados y una trama muy bien enlazada donde todo encaja y donde vas de una sorpresa a otra. La figura del nadador me ha resultado grandiosa. Un personaje que llena el espacio y eso que casi todo el tiempo leemos sus cavilaciones y sus amarguras y sólo al final, lo vemos metido en acción. Sin embargo, el hecho de que sea él mismo el que nos cuente su historia y sus sentimientos, lo convierte en un personaje cercano más que en una figura que sólo nada.
Por otro lado, Klara, que al inicio de la novela parece una simple trabajadora del Parlamento Europeo, durante la historia la veremos convertida en una joven muy activa, valiente, sentimental y muy querida por sus abuelos y sus amigos. Junto a Klara conoceremos también a Mahmoud Shammosh, un antiguo novio de Klara, con un pasado desconocido que lo relaciona con la trama de espionaje, que encaja perfectamente por su carácter con Klara. Amigos también de Klara son otros secundarios como su amiga Gabriella, una abogada que la ayudará sin ninguna duda y sus abuelos maternos, que serán su soporte desde que nació.
Si la novela comienza en Damasco, lugar del atentado inicial, la novela recorre multitud de escenarios como Estados Unidos, Bruselas, Amsterdam, Estocolmo, París, Arkosund, etc. Unos lugares fríos por la época en que suceden los acontecimientos y muy bien definidos cuando la historia da margen a ello. Lugares donde ocurren cosas pero también sedes de organizaciones que trabajan en la sombra y manejan el mundo al que tienen acceso.
En conclusión, una novela que merece la pena a pesar de los inconvenientes que yo le he visto. Seguramente otros lectores no los observarán o serán menos exigentes. Además está muy bien escrita, un estilo muy claro y cercano que te llega y te incluye en lo que está ocurriendo a sus personajes, sobre todo, en el caso del Nadador que a mi personalmente me ha cautivado por su seriedad y su profundidad personal.